Patear el auto de otro conductor por un incidente vial es la demostración de que algo está muy mal en el agresor. Y si además se patea dicho auto, pese a que su conductora explica que está dispuesta a cubrir posibles daños por vía del seguro, la cosa se pone peor.
Por supuesto que me refiero a Lord Café, el hombre que perdió los estribos de manera desproporcionada, y agredió a una joven por un laminazo en la siempre atestada avenida López Mateos, en la Zona Metropolitana de Guadalajara.
El problema es que el hombre que vimos en redes sociales no es el único Lord Café al volante. Todos hemos sido testigos, algunos incluso lo hemos sufrido, de cómo conductores en cualquier zona de la ciudad actúan como auténticos energúmenos cuando algo no sale como lo quisieran. Es con relativa frecuencia que un chofer se baja para golpear el cristal o el cofre del auto de atrás; o cómo un auto se cierra a otro como represalia por algún descuido que muchas veces no ocasionó ningún daño. Ni se diga de los claxonazos o las mentadas de madre a la pasada; o incluso de conductores que aceleran cuando alguien intenta cruzar una calle o avenida.
Los ciclistas son clientes frecuentes de ese Lord Café genérico. Para estos personajes a bordo de sus autos es impensable que un ciclista pueda circular por la calle. Se sienten los choferes con derecho a aventar sus autos contra los desprotegidos ciclistas porque consideran que un vehículo ligero tiene menos derecho que uno de varios miles de pesos. De los peatones ya mejor ni hablamos.
Actos tan desagradables como los del infame Lord Café son señal de ira. Y muchas veces la ira es síntoma de resentimiento y mala educación. No conozco al tan mentado Lord Café, pero si atendemos a lo expresado en una carta de disculpa presentada ayer, el sujeto en cuestión se ha comprometido a "realizar cambios importantes en mi persona y recibir la ayuda profesional necesaria".
Veamos en Lord Café un ejemplo para reflexionar: ¿he actuado así alguna vez en mi vida? ¿He tenido ganas de reaccionar así? Y si hay respuesta afirmativa, ojalá logremos detenernos a pensar no sólo en cómo manejamos, sino en cómo nos comportamos en la vida.
Twitter: @baezamanuel
