No cabe duda que este año entre cuarentenas, pandemia por el covid-19, suspensión de clases, cierre de muchos negocios, la falta de actividades deportivas, los estadios de futbol sin aficionados y muchas cosas más se ha pasado, para unos muy rápidamente, pero para otros demasiado lento.
Todo indica que al llegar el mes de septiembre empieza el declive del 2020, primero con las fiestas patrias que no fueron lo que millones de mexicanos esperaban.
Viene el mes de octubre con sus festejos de halloween y noviembre entra con los Días de Muertos, para luego seguir en el mismo mes con el 20 de noviembre, festejándose la Revolución Mexicana.
Pero en noviembre también hay inicio de las tradicionales peregrinaciones a la Virgen de Guadalupe, las cuales se podrán presentar si así lo determinan las autoridades del sector salud.
El mes de diciembre está a dos meses de distancia y no sabemos cómo llegarán los aguinaldos, después de que muchas empresas sufrieran durante la cuarentena, así como muchos pequeños y medianos comercios, los cuales tuvieron que cerrar sus puertas y tuvieran que despedir a sus empleados o mantenerlos con medios sueldos.
Llegarán también los días de las tradicionales posadas, mismas que difícilmente se desarrollarán como sucedía en años anteriores, para luego esperar la noche del 24 de diciembre con la cena de Noche Buena, la cual ahora no se duda que será solamente entre familias.
Finalmente estará presente el cierre del 2020, un año para el olvido y difícilmente se podrán planear las fiestas como en antaño. Ahora no se podrán hacerlas reservaciones en hoteles, restaurantes, salones, con anticipación, ya que se corre el riesgo de que todavía no se autoricen las celebraciones masivas.
Se va el 2020, con la tristeza para muchas familias que perdieron seres queridos por culpa del covid-19, por haber perdido sus empleos y por el cierre de muchos comercios.
Fue un año difícil de olvidar y será recordado por mucho tiempo con el año de los cubre bocas.