Escuchar las propuestas de los candidatos, tanto a diputados federales, locales y a presidentes municipales, es oír más de lo mismo, ya que los contendientes parece que no tienen nada nuevo que decirles a los ciudadanos de la región lagunera.
Se oye decir que ahora sí van a mejorar la seguridad, que acabarán con los delitos del fuero común, pero para ellos algo de lo más importante en sus propuestas, es que acabarán con la falta de agua en las colonias y comunidades rurales de los diferentes municipios.
Pero también se les escucha decir que habrá pavimentación, que habrán de preocuparse por los sectores más vulnerables, a los cuales habrán de llevarles todos los servicios, así como alumbrado para dar mayor seguridad.
Se puede decir que todos, sin excepción dicen lo mismo, sean del PRI, PAN, Morena y demás, ya que pareciera que los candidatos no ven más allá de lo que está frente a sus ojos.
De los que buscan las diputaciones federales, tanto en el lado de Coahuila como en el de Durango, lo primero que comentan a quienes acuden a escuchar sus peroratas, es que llegando a la Cámara de Diputados habrán de gestionar millones y millones de pesos para traer infraestructura a la región.
Además, buscarán desde sus "curules" atraer empresas y que en La Laguna se generen empleos, ya que en esta región hay mano de obra calificada.
A los que aspiran a las diputaciones locales en el estado de Durango, no les queda más que decir que desde el Congreso del Estado trabajarán en beneficio de los municipios, que presentarán propuestas en las que todos los laguneros se vean beneficiados, claro, sin decir cuáles.
No cabe duda que esto de la política es pan y circo, es mucho el dinero que se gastan en campañas, ya que tienen que pagar toda la propaganda que están utilizando, pero sin pasarse de lo que les marca el Instituto Estatal Electoral.
Se pueden ver en las calles de las cabeceras municipales o bien de los ejidos, a muchos jóvenes acompañando a los candidatos, jóvenes que ni siquiera saben a quién apoyan, pero por una paga, hacen todo el ruido que quieran, pegan calcas y enarbolan banderines con los nombres de quienes los contratan.
Esto parece que es parte de la historia de la política y la cual todo indica, nunca cambiará.
