En las últimas semanas, se han presentado un sinfín de accidentes viales, muchos de fatales consecuencias y la verdad que ya no se sabe a quién culpar, ya que en lugar de que disminuyan van a la alza.
En estos momentos las autoridades parece que se encuentran desconcertadas, ya que por más lucha que le hacen, con sus operativos, con los recorridos de los agentes de Vialidad y con toda la vigilancia policiaca que se percibe en toda la región lagunera.
En San Pedro de las Colonias, no hay día en que no arrollen a un peatón, a un ciclista, un motociclista o bien que se presente un choque contra vehículos estacionados o bien, que se presente alguna volcadura, una salida del camino.
En Madero también se presentan accidentes, como los de automovilistas que por su imprudencia han sido impactados por el ferrocarril.
En Matamoros, no faltan los choques, principalmente por la carretera que va de Torreón a ese municipio.
Algo que es muy frecuente son los percances viales que se presentan en las carreteras que llegan a la región, ya sea de Saltillo, de Chihuahua o Durango, en los cuales participan vehículos de todo tipo, pero principalmente los de carga.
Pero además, lo que sucedió hace unos días es de llamar la atención, ya que un tráiler cargado de frituras se volcó, por lo que como por arte de magia aparecieron muchas personas que en lugar de ayudar al chofer, se dedicaron a realizar actos de rapiña.
Qué difícil es ver todos los días a personas que pierden la vida atropellados, otros más que viajaban en frágiles vehículos murieron debido a las lesiones que sufrieron tras ser impactados por automovilistas.
Los que tampoco faltan son aquellos que por culpa del alcohol, por manejar a exceso de velocidad o por no respetar los límites de velocidad, provocan accidentes, muchos de los cuales cobran vidas humanas o bien dejan a personas con graves lesiones de por vida.
Pero a quién culpar, ya que contra los conductores "acelerados" no hay cura, como tampoco contra quienes manejan ebrios.
Si les colocan los operativos antialcohol, lo toman como un juego, ya que se divierten al evitarlos gracias a los avisos que se dan por WhatsApp, pensando que hicieron una gracia que tienen que festejar.
Falta una buena campaña de concientización y pedirle a los laguneros que se controlen al volante, ya que su vida está en riesgo, así como la otras personas.