Ciencia y Salud

Tiempo

  • Para Reflexionar
  • Tiempo
  • Luis Rey Delgado García

El uso del tiempo nos preocupa a todos. 

La principal razón, es que para nuestra sociedad, para nuestra cultura, “el tiempo es dinero”. 

Así, solemos organizar nuestro tiempo de la misma forma que administramos el dinero: lo medimos, lo contamos, lo calculamos, lo sumamos, lo restamos, lo dividimos, lo invertimos... etc. 

Hay quienes, incluso, hacen un "balance" de su pasado, quienes pretenden "ahorrar" tiempo en el presente y quienes buscan una fórmula para "capitalizar" tiempo para el futuro. 

Pero el tiempo... no es dinero.

La hora de un doctor quizá valga entre 800 y 1000 pesos, la de un empleado bancario tal vez vale 200 o 300, la de un profesor vale diferente, o la de un abogado valdrá dependiendo de su fama o del juicio que lleve. 

Pero... ¿cuánto vale la hora de un amigo? 

¿Cuánto la de un padre junto a su hijo? 

¿Cuál es el valor de la hora para un enfermo terminal? 

¿Y para dos amantes?

En realidad, no podemos medir, ni calcular numéricamente, cuánto vale el tiempo. Porque es cada persona quien decide ese valor... y el sentido de su tiempo.

Las frases como “Hay tiempo para todo”, por ejemplo, depende de la vivencia de cada persona, para algunos habrá tiempo para todo, pero para otros sonará mentira decir eso.

Todos nosotros somos libres para actuar pero no nos liberamos de las consecuencias de nuestros actos Un gesto, una palabra o una mala acción ocasionan siempre un impacto más o menos perceptible, y aunque no lo creamos, el tiempo es un juez muy sabio. 

A pesar de no dar sentencia de inmediato, siempre suele dar la razón a quien la tiene.

Más que administrar el tiempo, el reto es aprender a administrarnos a nosotros mismos. 

Tanto la administración del tiempo o de nosotros mismos, como la organización, la postergación, el equilibrio entre vida personal y profesional, el estrés por la falta de tiempo, etc. son asuntos importantes en la vida de las personas. 

Conocer y apreciar bien el valor del tiempo y aprender a optimizarlo, puede significar la diferencia entre vivir una existencia plena o vivir en plena frustración.

El tiempo, en definitiva, es algo que tenemos y que “perdemos a lo largo de la vida”. 

Que esta pérdida de tiempo se sienta como algo provechoso solo depende de nosotros y de la capacidad de valorar el día a día, de encontrar razones para vivir con intensidad cada momento. 

Lo que nos es más fácil dedicar nuestro tiempo es aquello que más nos motiva porque, de hecho, es para lo que dedicamos lo más valioso que tenemos: nuestro tiempo.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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