Era sabido pero se tardó, tal vez en espera de algún ofrecimiento, alguna pista que le hiciera cambiar de opinión y que no llegó, o para dejar menos tiempo al tricolor para llevar a cabo su control de daños. La señal más clara para Clara Luz Flores provino hace una semana del líder priista Pedro Pablo Treviño, que minimizó lo que era inminente : “Yo entiendo que es la etapa de la rumorología”, subrayó. “He platicado con ella bastante y esos temas no han salido”.
Ayer, después de la renuncia, los priistas siguieron minimizando tanto hecho como el trabajo realizado por Clara Luz en Escobedo y la fuerza de una posible candidatura bajo las siglas de Morena.
“No afecta para nada”, dijeron. “El PRI tiene una gran oportunidad de conservar Escobedo”. La administración de Clara Luz ha sido “de trabajo y sin sobresaltos”.
Así se manejan estas cosas en política. Y tal vez lo que quieren decir es lo contrario: que es una pérdida para el PRI.
Solo basta echar una mirada a las elecciones de 2018. Donde no hubo problemas ni hubo triunfos de panzazo fue en la reelección de la alcaldesa de Escobedo. Y esto fue, visiblemente, el resultado de un trabajo serio, enfocado, constante, significativo. Se trata, es cierto, de un municipio pequeño. Pero de ahí han salido propuestas para todo el país, como de una incubadora de experiencias repetibles, que ha estado abierta a aprender de otras partes del mundo. Justicia Cívica y Policía de
Proximidad son términos que, si bien no eran nuevos aquí, sí que adquirieron sentido con el trabajo hecho por los equipos de Escobedo.
Sin embargo, la vía después de la renuncia no está clara para Clara. A la minimización priista se le sumó ayer el desconocimiento morenista: levantaron el hombro como quien dice “no sé nada”. Y rápidamente apareció en Notimex una ratificación del interés de Tatiana Clouthier en la candidatura al gobierno por Morena.
Veremos qué tan amarrados tiene los hilos la alcaldesa para el salto que dio ayer. La meta es clara: “Para mí sería un honor gobernar Nuevo León”, planteó.