Es importante vencerlo. No se necesita pensar en virus y vacunas para que aparezca con claridad el peligro del gran adversario de junio: la abstención.
Sin duda las circunstancias sanitarias agravan el riesgo. Pero en cualquier situación la abstención se vence solo cuando hay candidatos que levanten una ola de interés, o cuando las circunstancias generan una oposición importante.
Ahora esto último no se está dando. Si bien existe una oposición anti Bronco o incluso anti Morena, no es comparable al antimedinismo de hace seis años.
Ciertamente El Bronco no está para repetirse, pero tampoco es que genere una gran oposición: ha sabido negociar con los partidos y repartir ahí sus candidatos; el grupo bronco estará bien con el que gane.
Y una masiva oposición antimorenista en Nuevo León está prácticamente conjurada desde el momento en que Clara Luz Flores fue designada como candidata al gobierno.
El desafío para Clara Luz y su movimiento no está en evitar una ola en su contra. Al contrario: está en propiciar, ella y los demás candidatos a alcaldes o a diputados que puedan sumarle votos de equipo, una auténtica avalancha en su favor que pueda vencer la pesadez y la falta de voluntad para ir a votar. Y un entusiasmo tal solo se logra cuando el ciudadano se sabe indispensable con su voto.
¿Puede lograrlo? Sí, todavía. También los otros candidatos a gobernador. Se requiere del carisma personal, claro, pero propiciar una salida masiva a votar dependerá, a estas alturas, de la correcta selección de otros candidatos y de la sensibilidad para articular un movimiento que enarbole la idea de un estado diferente, más solidario, más seguro, más participativo, más igualitario, más limpio y menos corrupto.
Veremos. Una jornada electoral con poca afluencia de votantes se presta para que el voto de las estructuras, el llamado voto de lonche, sea más significativo. También habrá interesados en eso.
Y esta vez, para acabarla, una eventual ola de votantes tendrá que sobreponerse nada menos que a la pandemia y al lento proceso de vacunación. Pueden estorbar la votación y las campañas.