No hay muchos caminos para Víctor Fuentes. Dentro del PAN, la impugnación que presentó por irregularidades en la elección interna tiene muy poco futuro inmediato. El candidato azul a gobernador, Fernando Larrazabal, ya está confirmado por la dirigencia nacional. Y el otro contrincante, Homero Niño de Rivera, lejos de impugnar, levantó la mano del ganador para la foto.
En el PAN, los liderazgos estatales han buscado obstaculizar el paso a Fuentes, aunque nunca han dicho qué les hizo ni han abierto un pleito contra él. Entre los militantes se oye repetidamente: es que no lo quieren.
No siempre ha perdido: a fin de cuentas Fuentes es hoy un senador de la República, que ganó en segunda fórmula con muy pocos votos de diferencia frente a MC. Que no es parte de la cúpula, está claro; por abajo de la mesa lo acusan de formar sus propias filas panistas (o intentarlo) en San Pedro y en San Nicolás, ahí como alcalde: lo sacaron de la reelección.
Por lo pronto, el PAN no hará otra cosa que apaciguar el rebaño; a fin de cuentas se acerca una elección importante. Así que un camino para Fuentes es aguantar, regresar al Senado y esperar mejores tiempos en el interior de su partido.
Otra vía pudiera ser competir para gobernador, abanderando otra fuerza política; pero es ya prácticamente imposible. Claro que el PES estaría contento, solo que para Fuentes esto significaría asociarse con minorías lejanas a su trayectoria. Y a estas alturas dejar el Senado para algo que no sea la gubernatura, es impensable.
Lo que sí es pensable es que, ya en el Senado otra vez, renuncie al PAN y se quede sin grupo. En realidad tiene un buen par de años para tejer nuevas alianzas con otros partidos... Pero también con el PAN: ahí tendría que esperar a ver el manejo que la dirigencia haga de su impugnación y seguir peleando para que los procesos internos sean mejores. Pues el PAN tendrá, en estos tiempos, la enorme tarea de dar confianza a la democracia ante los mexicanos, de hacer creíble un futuro de solidaridad para el país y de renovar lo que sea necesario en su interior para lograrlo. No sé si él lo vea así.