Resiliencia por aquí, resiliencia por allá. Uno ya se encuentra la palabra en varias partes. Que yo sepa, aún no está en el diccionario de la Real Academia pero estará, ya que el uso la impuso; llegó del inglés al español para quedarse quizá rato largo. Lo curioso es que se trata de un anglicismo-latinismo; la lengua española tenía para “resiliencia” una mejor palabra que el uso depuso: resalto.
Va una cadenita. En un diccionario latín-español viene: “RESILIO (re, salio): saltar hacia atrás, saltar nuevamente. // rebotar, chocar, caer sobre. // retirarse, replegarse. // contraerse, acostarse”. En un diccionario latín-inglés dice: “re-silio, saltar hacia atrás; retroceder, recular”. El diccionario Oxford (ed. 1974): “re-sil-ience, re-sil-iency/cualidad o propiedad de recobrar rápidamente la forma o la condición luego de ser jalado, apretado, machacado. (fig.) poder de recuperarse rápidamente”. En el diccionario de la RAE “resalto” envía a: “resalte. 1 m. acción de resaltar, la parte que sobresale. 1. resaltar: dicho de un cuerpo elástico: Botar repetidamente”. El Moliner: “resaltar 1 Rebotar: botar repetidamente”. El diccionario etimológico de Corominas (3a. edición, 1973) bajo la entrada RES pone “v. Resaltar, resalto”. El diccionario latín-inglés pone como ejemplo un verso de Lucrecio (De la naturaleza de las cosas, IV, 685) donde aparece “resilire”; Rubén Bonifaz Nuño traduce: “… y a saltar atrás”. En un verso de Ovidio (Metamorfosis, XII, 480) donde aparece “resilit” Bonifaz traduce: “rebota”.
Mi viejo, deslomado y amarillento diccionario inglés-español Velázquez, al que no considero un diccionario sino una obra maestra, define: “Resilience. s. Resalto, elasticidad; el poder, acto o efecto de regresar a una posición anterior”. Hace años mi tía Luisa me explicó la manera en que el árbol de la guayaba soportaba las trombas. Me dijo una frase como de Heráclito: la flexibilidad es la resistencia de la guayaba. Ahora, qué más, pienso en el resalto de la guayaba.