Continuo con el análisis de los mecanismos utilizados desde el poder estatal para diluir el hallazgo del campo de exterminio ubicado en el rancho Izaguirre, de Teuchitlán, Jalisco.
4. La protección del mentor de la presidenta que acuño aquella memorable frase: “Nosotros cuidamos a los integrantes del crimen organizado, (porque) también son seres humanos” (mayo, 2022).
Algunos "comentócratas" (afirma Sheinbaum) están aprovechando la situación para crear un discurso de ataque al ex presidente AMLO: ¡Ya déjenlo en paz!”
5. La negación metódica desde el poder con montaje incluido.
Habla el otrora rabioso activista Gerardo Fernández Noroña en 2014: “El país está convulsionándose en una rebelión por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa”.
Ahora, en 2025, habla el mismo personaje como senador de la República: “Son presunciones…si, si, si hay 200 pares de zapatos ahí (en Teuchitlán) pero quien puede decir que son de personas desaparecidas…”
Con el objetivo de desacreditar a los colectivos de búsqueda y reafirmar la narrativa presidencial de negación, aparece un video en el cual supuestos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación niegan “la existencia de un centro de exterminio en el rancho Izaguirre de Teuchitlán, Jalisco”.
6. La política pública reactiva, nunca estratégica o proactiva para salvar cara por la negligencia estatal ante los desaparecidos.
Como resultado de la presión de Teuchitlán, Claudia anunció que fortalecerá la Comisión Nacional de Búsqueda con solo 8 mil 887 pesos anuales por mexicano desaparecido y un Centro de Identificación (Genética) Humana desmantelado en 2024.
7. El barrido o desaparición de toda prueba encontrada en el rancho Izaguirre por los colectivos de buscadoras.
La preocupación de Sheinbaum no es Teuchitlán, considerado como campo de exterminio a nivel internacional. Tampoco, los desaparecidos.
No, su pánico es seguir encajando -con espeluznante detalle- en la narrativa de Trump que define a México como un narcoestado terrorista, afianzado por la relación entre políticos y narcotraficantes.
En particular, de su partido, Morena.
Esta situación reduce de manera significativa la capacidad de negociación de Claudia (sí es que alguna vez la tuvo) con Trump.
Razón por la cual, Donald la obligará a entregarle, más temprano que tarde, a narco políticos con sello morenista, antes de llegar a su amado mentor.
Al tiempo.