Tesla, muy buen ejemplo.
El caso Tesla muestra la globalización actual de la producción en todas partes del mundo y por supuesto que es benéfico para México y para Nuevo León en particular. Debe darnos satisfacción que se instale aquí en la capital industrial de México una enorme planta que produce carros eléctricos, que es el futuro de la energía aplicada al bienestar, respetando el ambiente. De todo esto debemos estar muy contentos y realistas.
Cuando me refiero a la realidad, estoy describiendo hechos que quizá no comprendan muchos marxistas del pasado, pues el Estado y el proletariado eran sus banderas y entiendan que el capitalismo, cuando respeta los valores sociales primordialmente y tiende a la equidad y no a aumentar las diferencias en los ingresos, es un hecho real que no debemos olvidar y está inmerso en todo el proceso tecnológico de la globalización y de la era de la comunicación, la informática, la inteligencia artificial y sobre todo que la energía respete el medio ambiente.
En este último capítulo, el Gobierno federal no ha comprendido bien la necesidad de impulsar lo que está haciendo ahora con Tesla: la generación de energía solar, eólica o biológica, para irnos olvidando gradualmente de la importancia del petróleo. Es por eso importante, desde el punto de vista conceptual, la llegada de esta gran planta de producción de automóviles que no contaminan.
Este hecho del Gobierno, de promover la inversión extranjera y el ejemplo muy importante de permitir e incentivar la llegada de la empresa Tesla, es un reconocimiento directo de que al fin mucha gente que defiende la cultura del petróleo ya está entendiendo que la globalización está alterando el concepto de energía, pues el petróleo no debe ser prioritario y el mejor ejemplo son los carros de baterías que produce Tesla y que no debemos de tener un Estado nacionalista a ultranza y defensor del pasado, cuando el mundo está evolucionando a una velocidad impresionante y está globalizando la producción y la vida misma, con las redes sociales y la comunicación a distancia.
Reiterando, la llegada de Tesla genera confianza internacional y sobre todo es muy importante para evitar el pensamiento radical y populista, que tiene que ser desplazado por lo que sucedió en estos días; o sea, por la aceptación de las condiciones y características de Tesla, con una negociación híbrida, en términos de que algunos estados son más beneficiados que otros, pero el país sale ganando.
Pero lo más importante en la Nación es el reconocimiento al concepto de energía que protege al ambiente y entonces ojalá haya una reflexión para detener el empuje financiero que se le está otorgando a Pemex, que siempre tiene pérdidas y entrar con realismo a la nueva época de globalización productiva basada en energía, que no contamine el ambiente, por el riesgo del calentamiento global y para protección de la salud de nuestros hijos y nietos, que son los que al fin verán la respuesta que da el ambiente cuando se les lesionan sus mecanismos biológicos de preservación de su misma naturaleza, en donde vivimos todos.
Yo estoy contento por la llegada de Tesla porque beneficia a México y también porque ojalá sirva como un empujón ideológico para terminar con este nacionalismo a ultranza y populismo que ya pasó de moda, y que está resurgiendo en algunos países con fracasos complejos en la vida social.
Descartes: Pienso, luego existo… Qué bueno que viene Tesla, porque esto es magnífico para Nuevo León y bueno para México, y debemos estar contentos de que al fin se comprende la necesidad de olvidarnos del petróleo, en favor de la energía que no contamina.
Luis Eugenio Todd