Comparando educación y salud.
El Presidente de la República visitó Cuba en estos días e igual que otros presidentes simpatiza con la bella isla, con la que tenemos lazos fraternales de amistad. Esto me hizo comparar lo que hacen Cuba y México en materia de salud, educación y ciencia, y llegué a las siguientes conclusiones:
Cuba es una dictadura socialista que tiene una historia de represión muy importante. México es una democracia, pero cada vez más tiende a regresar a la época de la “dictadura perfecta” en que un partido o una persona toma todas las grandes decisiones que afectan a los mexicanos. En materia de salud, Cuba no tuvo problemas con el covid; siguió los lineamientos científicos correctos y no tuvo muchas pérdidas de vidas; en México llegamos a casi el medio millón por nuestra política un poco desordenada y sin un sustrato médico científico reproducido.
Si a esto le agregamos el desprecio de la ciencia, podemos señalar que Cuba, con sus limitaciones económicas, tiene mucho respeto por la ciencia e institutos de investigación muy importantes; mientras que en México estamos acusando a los científicos, por el fiscal en entredicho, de delitos que no son comprobables y aunque en nuestro país la ciencia nunca ha sido bien respetada, ahora llegamos a lo peor.
En materia de educación, Cuba tiene la mejor del continente latinoamericano, pues sigue los lineamientos metodológicos científicos y modernos, y respeta la tecnología. Aquí, en educación, acabamos de programar algo horrible que desprecia las matemáticas, la lectoescritura, la informática, la cibernética y todos los avances tecnológicos modernos, y no quiere la evaluación de los alumnos.
Valgan estas comparaciones para reconocer que Cuba, con toda la presión del bloqueo, ha respetado las altas prioridades de la ciencia, la educación, la tecnología y la salud, y nosotros nos hemos perdido en el poder político, que nos está conduciendo a conflictos permanentes y a polarización social.
Descartes: Pienso, luego existo… Vale la pena ver cómo una dictadura como la cubana, no ha perdido completamente el rumbo y respeta lo que hay que respetar. Y la nuestra, que se aleja de la perfección y es aparentemente democrática, está perdiendo los objetivos fundamentales del quehacer de gobernar.
Luis Eugenio Todd