Citando un par de versos del conocido poema “Tiempo” de Renato Leduc, del cual se dice fue el resultado de un “desafío literario” con el que le retaron unos periodistas colegas, lo que consistía en escribir un poema que rimara con ese vocablo, sabedores de que prácticamente no existe una palabra que sea consonante con “tiempo”.
Leduc resolvió el amañado reto con la simple fórmula dé: rimar en cada uno de sus versos “tiempo” con “tiempo”, en un poema que luego se popularizaría como canción con ese nombre.
Así pues, al disponerme a pergeñar estas líneas con un tema que haga reflexionar sobre el tiempo y la prisa, desde la calle escucho un fuerte tronido qué, por costumbre reconozco como el colapso de un vecino trasformador de CFE, que por viejo o por mal mantenimiento, tiene la inoportuna ocurrencia de tronar cuando suelo teclear esta entrega semanal y enviarla a mi casa editorial.
Por fortuna la pila de la lap tiene carga y luego de un parpadeo de la pantalla puedo continuar escribiendo, pero esta vez hay algo inusual, pues afuera se oyen gritos y sonidos irregulares.
Mientras que trato de concentrarme en el tema, un fuerte “olor a quemado” entra por mi ventana y casi al mismo tiempo suena la sirena de un camión de bomberos que no tarda en materializarse en mi campo visual circulando en sentido contrario.
Decido entonces salir a evaluar el posible riesgo de que el fuego se propague y haya necesidad de otras medidas.
La realidad ahora toma forma, no fue una sobrecarga, se trata de una vieja y terca palma que desde hace tiempo se niega a morir y su seco y espeso follaje en contacto con los cables eléctricos provocó el corto incendiario.
Pero lo que realmente me sorprende es la prontitud con la que tres grúas de CFE, así como un camión de bomberos trabajan cada uno en lo suyo para resolver el problema, aunque con la dificultad de tener que maniobrar entre el tráfico vial, ante la inexplicable ausencia del Departamento de Vialidad.
Pues ahora, aunque quisiera escribir sobre el tiempo y la prisa, resulta que ya no tengo tiempo de hacerlo, por tener la prisa de enviarlo.
