Amanecí presa de un malestar entre tristeza y enojo que no atinaba a definir, tal vez fue algún mal sueño que ahora ya no recuerdo, pensé, pero el escuchar desde la radio las primeras noticias acrecentó mi malestar, lo que me hizo sentir aun más coraje.
De pronto, sin proponérmelo, recordé haber leído sobre una terapia psicológica que ayuda a tomar conciencia de las emociones y pensamientos negativos, para poder identificarlos y pensar con mayor claridad.
¿Por qué no intentarlo?, me dije, y aunque sin brújula ni compás, me dispuse a emprender un honesto viaje hacia mi muchas veces tormentoso mar interior.
Preguntándome cuáles podrían ser las posibles causas de mi coraje, pronto brotó una larga lista de “tragedias”, que una vez exhibidas y desagrupadas, la mayoría pasaron a ser simples contratiempos, sobre todo evaluadas contra ese extraño designio que llamamos “vida”, nunca fácil para nadie, pero siempre un reto y un misterio por descubrir.
Que si la Selección Nacional, que si la polarización política y social, que si se me adelantó la vejez, que si mis seres queridos no están o no son como yo quisiera y así, una lista de ideas negativas, generadoras de emociones aun más negativas.
Ya identificados los responsables de mi enojo y en vías a preparar mi desayuno, razoné: si estas situaciones que no puedo controlar me generan emociones dañinas, por qué no generarme intencionalmente otras emociones saludables.
Con esto en mente decidí que esta mañana dejaría dormir en sus carpetas a Chopin y su majestuosa Polonesa y a Schubert con su dulce pero nostálgica Serenata y en su lugar abrí la carpeta de música de Cuba, país que sabe cantar en forma alegre aún a las tragedias.
Pronto las dulces notas de “Un olor a tabaco y Chanel” y el aromático sabor de un recién percolado café surtieron su efecto, abriendo en mi mente ese personalísimo baúl de los recuerdos placenteros que todos tenemos guardado.
La vida no tiene palabra de honor, se acaba en cualquier momento por eso, a veces hay que empezar el día con Chopin o con Schubert y otras con alegre música cubana.