Política

El día de los padres

  • Desde mi rincón
  • El día de los padres
  • Luis Augusto Montfort García

Es el “día del padre”, es domingo y aunque el ardiente sol lagunero de las dos de la tarde se desploma sobre la casi desierta avenida, decido salir unos minutos al balcón (por aquello de lo del calcio y los rayos solares), cuando una tórtola de las nombradas “de ala blanca” aterriza sobre el barandal muy cerca de mí, trae en el pico una ramita, y algo sorprendida, me observa con su oscura mirada como preguntándose:

 “¿qué hace éste acá arriba, si es de los de allá abajo?”, por supuesto que no le contesto, ya es más que suficiente que debido a la añosa y descascarada fachada de mi casa a veces me pregunten: ¿oiga, aquí espantan?, como para que además me vean “platicando con los pajaritos”.

Después de unos segundos y decidir que no le represento un peligro, la tórtola vuela hasta el remate de un muy cercano poste de concreto en donde al parecer, otra ave le recibe la ramita, para luego dirigirse hacia el piso, según veo, en busca de alguna otra brizna.

Por alguna razón que desconozco no todas le gustan, desecha unas y acepta otras, probablemente no todas le son útiles para su propósito. 

En este punto las aves ya han captado mi atención pues la operación de recolección se repite una y otra vez, como si tuvieran prisa de terminar su nido. 

Por su silueta veo que la que incansablemente acarrea es una hembra, y en cierto momento puedo distinguir que es un macho el que recibe y teje.

Si, no hay duda, mis nuevos vecinos son macho y hembra (en su mundo no hay LGBT…s) y entonces entiendo su premura, recién hoy temprano se han cortado algunas frondosas ramas de un cercano ficus y seguramente la pareja acaba de “perder su casa”, tal vez sientan cercana la hora del desove o quizá algún otro impulso de sobrevivencia, es lo que las hace continuar la fatigosa tarea bajo el sol abrazador.

Es un trabajo de equipo de sólo ellos dos. No hay más que cuatro alas para circular, cuatro patas para sostenerse, cuatro ojos para vigilar y dos picos para tejer el nido y alimentar a los polluelos. No hay más. 

En su mundo, ambos trabajan y cumplen. Hoy es el día de los padres.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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