No se necesita pensarle mucho, para aceptar que esta maravillosa maquinaria auto-llamada “ser humano”, no obstante sus tan cacareadas cualidades y virtudes, somos sólo un animal más en un sobrepoblado zoológico llamado “Tierra”, y como tales, compartimos una particularidad que si bien está diseñada para sobrevivir como especie, cuando se descompone anula esos rasgos superiores y nos retro lleva a nuestra condición de bestias, me refiero a:
la violencia.
El problema de conducta ciertamente no es nuevo, ya en el 400 AC, Hipócrates exploraba en “los humores” tratando de encontrar quizá más respuestas médicas que soluciones sociales.
Pero resulta desatinado que 24 siglos después, pese a los grandes avances en neurociencia, neuropsiquiatría y ciencias sociales, los esfuerzos y recursos financieros y humanos se canalicen en gran medida, más a satisfacer objetivos deportivos, estéticos y otras banalidades, que al desarrollo integral bio-sico-social humano, sobre todo cuando hoy como nunca, las consecuencias de esa ancestral violencia y estupidez humana, asumen la forma de un apocalíptico hongo nuclear.
Dicen los que del tema estudian, que la conducta violenta es resultado de una combinación de factores que “anidan” en nuestro cerebro, en nuestra psique y en nuestro entorno, esto es:
funciones bio-neurológicas; pensamientos y sentimientos y la forma como nos influye el mundo exterior.
La violencia es una reacción ante un estímulo que la amígdala interpreta como peligroso y que nos provoca estrés y/o miedo, aunque hay otras formas, como la violencia por la violencia misma, que son a mí parecer psico-patologías por desgracia muy frecuentes.
Por otra parte, nuestras creencias y sentimientos son a veces tan inamovibles que nos hacen reaccionar violentamente al sentirnos “atacados”.
Y qué decir del entorno, sobre todo cuando como en estos tiempos, redes sociales, políticos y “líderes de opinión”, distorsionan para sus propios fines la realidad, manipulando emociones y creencias populares, distorsión cognitiva que no pocas veces es causa de conductas violentas.
