Recuerdo muy bien todas las especulaciones y fantasías que se manejaron hace ya 23 años, cuando terminamos 1999 y estábamos en el umbral del año 2000.
Se decía que el Y2K era prácticamente el fin del mundo y el primer minuto de ese año 2000, amaneció sin ninguna catástrofe apocalíptica y solo algunas bases de datos que, por no haberse diseñado adecuadamente, tuvieron errores como que los sistemas asumiera un cambio de 100 años, porque la programación no contenía un tercer dígito que calculara el cambio de un milenio.
En esa época, los CD’s eran la herramienta máxima para almacenar datos, tener videos o música, al igual que los iPods estaban en auge. Los autos eléctricos y voladores todavía los veíamos como ciencia ficción.
La pantallas planas empezaban a viralizarse, y gastamos mucho dinero en substituir a veces en cuestión de meses, pantallas de LCD por pantallas de plasma, y de ahí nos llevaron a LED, OLED, 4K, 8K, y ahora a las Smart TV y la televisión en streaming.
También la telefonía celular tuvo una metamorfosis, de una velocidad asombrosa. En el año 2000, los teléfonos Nokia y los BlackBerry eran los líderes tecnológicos. Hoy ya no son mercantilmente competitivos.
Ahora bien ¿qué nos depara el 2025, qué está a la vista totalmente?
Cambios exponenciales aún de mayor velocidad, apenas estamos experimentando la tecnología 5G de velocidades asombrosas de transmisión de datos, y en este momento ya se están haciendo pruebas para 6G a entrar en operación en 2025 y 7G de 2027 en adelante.
La era de estar conectados a la red permanentemente está más cerca de lo que pensamos. El uso masivo e indiscriminado de Inteligencia Artificial va a provocar cambios mucho más acelerados de lo que podemos racionalizar.
Uno de las áreas de mayor impacto positivo va a ser el de la salud, desde el descubrimiento de fármacos más eficaces para combatir las enfermedades más severas (cáncer, Alzheimer, Parkinson, diabetes, etc.) hasta la modificación genética en el propio cuerpo humano a través de Nanotecnología y CRISPR.
Esto último va a provocar también una mayor longevidad y calidad de vida a la siguiente generación de la humanidad.
De igual manera, vamos a empezar a ver impactos muy positivos en la producción mundial de alimentos y mejoras sensibles en el cambio climático, gracias a la multiplicación del uso de energías renovables a gran escala.
Otro sector que tendrá gran crecimiento es el de los viajes espaciales; estamos apenas en el umbral de lo que va a ser la verdadera conquista de otros mundos.
