Lo semana pasada comentábamos de la importancia de estar preparados para la inminente entrada de la tecnología 5G, y con ella el uso masivo del internet de las cosas.
Para dimensionar qué tan importante es esto, en nuestra lectura semana de Singularity Hub, encontramos un artículo de Jon Brodkin en Ars Technica, en donde describe, palabras más palabras menos, que los Estados Unidos están atrasados en infraestructura suficiente de fibra óptica.
Y más grave aún, el hecho de que ese poderoso país está empezando a transitar hacia un internet del siglo XXI, sin un plan sólido que les permita solucionar ese problema. De ahí que el Congreso de la Unión Americana está proponiendo una transición nacional hacia una conexión universal de internet con base en fibra óptica, con capacidad de varios gigabits, que requiere a los proveedores de servicio de internet que suministren un servicio con baja latencia y velocidad mínima tanto de carga (upload) como de descarga (download) de 25 megabits por segundo (Mbps).
Eta ley contempla que lo anterior sea también un elemento que coadyuve a una recuperación económica más acelerada, como parte del esfuerzo nacional, para recuperarse por el enorme impacto económico a raíz del covid-19.
El problema de esta propuesta es que la está haciendo el Partido Demócrata, y en estricto sentido, al día de hoy, el Partido Republicano es el que controla el Senado y la Casa Blanca, lo que va a dificultar una votación favorable.
Por otro lado, el Partido Republicano promovió una ley que incluye 6 mil millones de dólares para un proyecto nacional de banda ancha (no basado en fibra óptica) y que también otorgará financiamiento a las compañías de telecomunicaciones que sufrieron algún tipo de impacto por el covid-19.
Es interesante analizar que nuestro aún principal socio comercial y recién nuevo socio en el T-MEC ya está tomando medidas hacia una gran transformación digital, y en nuestro país estamos prácticamente estancados, sumidos en una visión gubernamental retrógrada y destructiva.
Sería bueno empezar a proponer soluciones de fondo, en lugar de confrontar, hacer catarsis de café y quejarnos por todo lo malo que a diario constatamos. _
