La realidad de las mujeres

Tras la noticia de haber encontrado el cuerpo de Debanhi, las redes sociales de las mujeres han demostrado un fuerte abatimiento y la razón es sencilla: en su historia reconocemos el riesgo que vivimos todos los días.

Que la conversación en torno al actuar de sus amigas fue foco de atención como reflejo de la misoginia cultural que existe. Tras cualquier caso de violencia contra las mujeres, somos nosotras las señaladas de culpables: las mujeres que eligen pareja, las madres que ejercen las labores de cuidados o las amigas que acompañan a la fiesta.

Pero dejar a una persona sola en vía pública no es ningún delito, la preocupación por el riesgo que corría una adolescente al estar en una carretera de noche y sola refleja que la sociedad entera sabe que las mujeres no estaríamos seguras en esas condiciones. Lo que importaba es que Debanhi era mujer y cualquier hombre en la misma situación no correría los mismos riesgos.

Según datos del Censo Nacional de Procuración de Justicia Estatal 2021 los hombres han cometido el 89.44 % de los asesinatos, el 97.23 % de las agresiones sexuales, el 85.24 % de los delitos vinculados al narcotráfico y el 89.60 % de las lesiones relacionadas con casos de violencia intrafamiliar.

Ser mujer en este país y transitar por vía pública representa riesgos desde el acoso, la desaparición, la violación y hasta de feminicidio y no son delitos que temamos de otras congéneres; a fin de cuentas, lo peor que pueden hacernos las amigas es abandonarnos después de una fiesta.

Esta realidad es urgente de ser transformada porque no vivimos seguras ni libres y, sin esas condiciones, las leyes y las instituciones de este país nos están fallando, nos están abandonando y no queremos ser “encontradas” en terrenos baldíos, cisternas o fosas. Queremos vivir dignamente.