¿Cómo reconstruir nuestro íntimo recipiente? El poeta me mira desde una nube, no veo su cigarro, solo siento su esencia, tal vez es una oruga en la pendiente del tronco más áspero, o la melodía del mar, el silencio de las hojas, un horizonte de versos eslabonados.
Así trocamos dolor y vacío, es el consuelo para seguir y no convertirnos en estatuas de sal, al despedir a un ser amado.
Desde nuestro muelle vemos partir a los padres, hijos, hermanos, esposos, sobrinos, amigos, y la ausencia es piedra sisifesca en esta época, una paradoja, porque también celebramos el natalicio del Amor y la Paz encarnado en el niño Jesús.
Si sobrevives canta, dice un verso de Jaime Sabines, en su poesía hay un hechizo para la desesperanza y la altivez.
En su voz clara, sencilla, transparente nos regala sabiduría. Si sobrevives, si persistes, canta / sueña, emborráchate. /
Es el tiempo del frío: ama / apresúrate. El viento de las horas / barre las calles, los caminos. Los árboles esperan: tú no esperes, / este es el tiempo de vivir, el único.
Entramos a los 25 años de este milenio, va desvaneciéndose el siglo XX, y el XXI tiene su primera consistencia de estudio, vivimos cambios, pero los valores van con nosotros, la educación, el respeto, el Amor.
Lo que transciende, lo invaluable y es inmortal irá a nuevas páginas, lienzos, arcilla, para moldear el espíritu, con la compañía de un niño, de la mano de un anciano, de los amigos caminamos a un nuevo año. ¿Vigoroso y optimista?
La Vida sigue como un reloj que no cesa, en muchos jardines todos los días revientan multicolores los tulipanes, la fe vibra en el arco del Amor.
Que las hojas del calendario por venir, llenen de poesía su casa corazón, de música para aquietar sus pensamientos, Erik Satie nos ayuda a serenar esos rincones oscuros de tristeza, lenta minimalista, llena de imágenes el espacio, mientras esperas que otra nota caiga como gota de agua.
Cantemos con José Alfredo, Lorca o Juan Jesús Aguilar.
Puedo llegar a 100 en la pendiente / cuál Sísifo cargado de tragedias / dándole un susto al miedo eternamente / y riéndome al mismo tiempo de la risa.
Que existan muchos motivos para vivir y agradecer en este 2025.¡Feliz año! Carpe diem.
