¿ La realidad se subordina al arte? Es tanta la saturación de acontecimientos, confrontaciones entre grupos, la ética, la inteligencia artificial, una post verdad agobiante, que nos orilla a refugiarnos en otras maneras de ver el mundo. En distintas épocas se vivieron esas mismas sensaciones: la guerra, la desigualdad, el extermino. No operan las lógicas reales igual que las literarias, ni las pictóricas, ni de otra disciplina artística. Y surgen otras maneras de contar, de reinterpretar la realidad cotidiana.
Rosario Castellanos crea esos espacios, nació en Comitán de las flores. Cuando se paseaban por la calle de Madero familias enteras, los políticos y militares en sus aceras conspiraban, los caballeros esperaban a las bellas damas con sus vestidos parisinos y el indio triste vendía sus ollas de barro, frente del Palacio de Iturbide. Un contraste entre lo rural y lo citadino, presente en muchos escenarios de nuestro México. Absorberlo en lo más profundo, es lo que hizo Rosario Castellanos en su obra, ir a lo hondo, mostrar las rutinarias contradicciones de nuestra sociedad, sea indígena, urbana, intelectual. Escribe con fina ironía la exclusión cultural de las mujeres, en un tiempo que los hombres tenían en sus manos el control total.
Para acercarnos a su intelectualidad les comparto un pequeño párrafo, publicado en 1972, de La liberación del amor: “Usted, señora, abnegada mujercita mexicana: o usted abnegada mujercita mexicana en vías de emancipación: ¿qué ha hecho por la causa en los últimos meses? Me imagino la respuesta obvia: repasar el texto ya clásico de Simone de Beauvoir, ya sea para disentir o para apoyar sus propios argumentos o simple y sencillamente para estar enterada. Mantenerse al tanto de los libros que aparecen uno tras otro, en los Estados Unidos: las exhaustivas descripciones de Betty Friedman, la agresividad de Kate Millet, la lúcida erudición de Germaine Greer” Recomendaciones de Rosario Castellanos, que leyó para argumentar, para sustentar su tesis, y afirmar, que si existe una cultura femenina. Escritora vigente, celebremos los cien años de su nacimiento.
Desde aquí un abrazo a la maestra Leticia Lira por la pérdida de su compañero de arte y vida: El maestro Emilio Benavides. Carpe diem.