No he logrado olvidar un webcómic publicado en 2015, en el cual se nos presenta un personaje sentado frente a su PC viendo un video de un gamer jugando. Otro personaje aparece y expresa su desaprobación y menciona que ver a otros jugar en lugar de hacerlo uno mismo es una pérdida de tiempo, a la vez que toma asiento en el sillón y comienza a mirar un partido de futbol. Vaya ironía.
Aunque este webcómic se estrenó a mediados de la década pasada, es un claro ejemplo de que las tendencias de gaming en video ya se habían logrado establecer dentro de la mente de los consumidores de la misma manera en que los deportes televisados lo habían hecho con anterioridad. Este paralelismo sobre cómo diferentes generaciones consumen entretenimiento podría hacernos pensar que nada ha cambiado a lo largo de los años; sin embargo, las tendencias han avanzado a tal punto que son un agente esencial en la evolución de quienes las consumen, dejando de ser solamente espectadores y transformándolos en participantes activos de la experiencia.
Este crecimiento en relevancia del mundo del gaming se ve claramente reflejado en el denominado “Gen G” o Gen Gamer, es decir, un nuevo y cada vez más diverso parámetro de quién es un jugador de videojuegos y hasta dónde ha llegado el interés por sumergirse en estos mundos. Cada vez más nos vemos atraídos a las estéticas que nos presenta esta industria: 57 por ciento de la población mexicana piensa que los videojuegos son más interesantes y visualmente llamativos que las películas, mientras que 64 por ciento cree que el mundo de los videojuegos es mucho más atractivo que el mundo real, de acuerdo con el primer estudio de YouTube Vibes realizado en alianza con la agencia de investigación Float.
Este creciente impacto no solo se queda en la afinidad que hay por consumir contenido de videojuegos como cualquier otro programa de televisión. Los millones de micropagos usados para comprar bienes digitales de distintas índoles han creado una tendencia en el mundo de los videojuegos y un fenómeno global que están rediseñando modelos de negocio, dada la gran cantidad de creadores que han logrado monetizar con estos contenidos y a las altas ventas de software interactivo de parte de los desarrolladores y el comercio que existe dentro de los videojuegos con productos digitales que se compran con dinero real.
Esta industria se ha convertido en parte importante en el desarrollo y la evolución de la economía a nivel mundial. De acuerdo al Global Online Microtransaction Market Report 2022presentado por The Business Research Company, se prevé que para el año 2026 las ganancias generadas por microtransacciones dentro de los videojuegos a nivel mundial alcanzarán la impresionante cifra de 106 mil millones de dólares.
Según un estudio realizado por The CIU, México cuenta con más de 72.3 millones de jugadores, cifra que nos demuestra que ya no es necesario tomar un control en nuestras manos para ser considerados gamers, gracias a las distintas maneras que existen actualmente para consumir videojuegos. Hoy la comunidad ve, participa y siente los contenidos relacionados a la industria; dejaron de ser un nicho, para llevarlo a algo mucho más grande en donde todos y todas conocen un poco del fenómeno.
Gracias a las nuevas tendencias del gaming se pueden generar empleos a través del arte, la publicidad, las celebridades, los eventos y el streaming, demostrando que el objetivo de éstas no solo se trata de experimentar un videojuego desde la comodidad del hogar, sino de crear comunidades en espacios virtuales que permitan conectar a personas con los mismos intereses, desarrollar fuentes de ingreso, interactuar con otros fanáticos y dejar de lado las barreras que impiden la comunicación recíproca para crear una experiencia que pueden compartir todos aquellos fanáticos que están unidos gracias a la misma pasión.
*Karla Agis es gerente de Cultura y Tendencias para YouTube Hispanoamérica