El internet ha traído consigo una ola de novedades sin precedentes para el ser humano. En 1991 llegó la primera web, y en ese momento lo que muchos interpretaban como una simple “herramienta”, apuntaba a algo mucho más grande. La época donde la línea telefónica era secuestrada por el usuario parece un relato medieval, pero quienes estuvimos ahí, ahora podemos dimensionar la magnitud de lo que preparaba el devenir. Una novedosa herramienta que continúa revolucionado al mundo.
Adelantemos el reloj más de 14 años, al 2005, cuando un video grabado en el zoológico de San Diego dio el banderazo de salida los primeros 20 años de la plataforma más grande de video online a escala global. Ahora regresemos al presente, las innovaciones que hasta hace unos años parecían de mero entretenimiento, como lo son las plataformas de video, se han convertido en un epicentro cultural, fuente de información y también de negocio. Este crecimiento creó –prácticamente desde sus inicios– un campo fértil para actividad económica y es que tan solo en los últimos tres años esta plataforma ha pagado más de 70 mil millones de dólares a creadores, artistas y empresas de medios.
Si bien el video como tal no era algo nuevo, pues ya se contaban con televisión en vivo, películas o video grabadoras caseras, el hecho de poder reproducir algo en el momento que quieras, las veces que quieras, fue algo que a muchos millennials les voló la cabeza. En México, varios de nosotros podemos recordar la primera vez que vimos “La caída de Edgar” una y otra vez, con esa facilidad de poder no solo platicarle a nuestros amigos de la épica frase “ya wey”, también podíamos mostrarles el video para que entendieran de lo que hablábamos.
Lo que vendría después pocos lo podían vislumbrar. Actualmente, nuestra realidad es contínuamente influenciada por el contenido que consumimos. El video no solo moldea la cultura pop, si no que da vida a la cultura emergente que está en continua invención. Imaginen la escala: de acuerdo a diversos sitios especializados, el 80% del tráfico en internet en los últimos años está relacionado a contenido en formato de video.
Entendiendo esto, podemos comenzar a hablar de la economía de creadores, un concepto en franco crecimiento, aunque esto es solo el inicio. De acuerdo al sitio especializado market.us, el volumen de mercado de la economía de creadores está proyectado a alcanzar 1 mil 487 millones de dólares para 2034. Por lo que en cifras y alcance está claro que la industria aún no descubre su máximo potencial.
Esa proyección está alargando cada vez más sus límites. Ahora, las producciones de creadores de contenido rivalizan con aquellas de grandes estudios televisivos o incluso Hollywood. Por otro lado, vemos cómo las fuentes de consulta migran al entorno digital, una tendencia que ha sido aliada para la distribución de información noticiosa, médica, histórica, académica, práctica y mucho más.
El futuro luce prometedor, la llegada de nuevas tecnologías como la IA nos da mucho margen para estimar que los cambios de los siguientes 20 años serán aún más grandes, en todos los sentidos. Así que, a trabajar hacía el futuro, porque el prime aún se encuentra por delante.