Negocios

Aeromar: quebrar no es delito

Ante el cierre de Aeromar, el Presidente comentó que “fue una empresa mal administrada. Son de esos casos donde quiebran las empresas, pero no los dueños”. ¿Siempre deben de quebrar ambos?

Por supuesto que no. No se les debe exigir a los dueños de una empresa quebrada responder por sus menoscabos —ya sea con sus proveedores, sus trabajadores o con el fisco— a menos de que hayan incumplido la ley. Porque quebrar no es delito. Y por el bien de todos los empresarios, grandes y chicos, más nos vale que no se convierta en uno.

La postura de responsabilizar a los accionistas de Aeromar de sus deudas es sin duda taquillera en términos políticos. De entrada, los daños son cuantiosos: cerca de 7 mil millones de pesos en deudas y cerca de 600 trabajadores que perderán su empleo. Pero lo que lo hace más relevante es que Aeromar, como todas las aerolíneas del país, es muy visible para la población en general. Cualquier noticia relacionada tiene un gran impacto mediático. Solo hace falta ver el caso de Mexicana, el cual, a casi 10 años de su quiebra, sigue dejando de qué hablar. Y el de Interjet, que también ha generado mucha cobertura. El gobierno sabe que la quiebra de Aeromar está generando mucho ruido y quiere ser visto como sensible ante los afectados.

No tengo idea si se cometieron actos ilegales en Aeromar, pero me queda claro que el entorno para las aerolíneas en los últimos años ha sido terrible. De por sí las líneas aéreas han sido tradicionalmente un pésimo negocio. Constantemente entran en quiebra. Si le sumamos los estragos que causó la pandemia y el aumento en los costos de la turbosina en los últimos dos años por la invasión de Ucrania, esto constituye una receta de fracaso.

No podemos tachar a Aeroméxico, por ejemplo, de haber estado mal administrada o haber incurrido en malos manejos y, sin embargo, tuvo que entrar en concurso mercantil el año pasado para reestructurar sus pasivos. Otras aerolíneas del mundo con equipos directivos de primer nivel estuvieron al borde del precipicio (o incluso quebraron) a causa de la pandemia y los altos precios del petróleo. En otras palabras, que Aeromar haya quebrado no implica que sus dueños manejaron mal la empresa o incurrieron en delitos.

Para aquellos que desean que los dueños de las empresas respondan por deudas (laborales, bancarias, con proveedores, con el SAT) en caso de que quiebren, tengan cuidado con lo que piden, ya que se abrirá una caja de pandora. No solo van a ser los accionistas de una aerolínea quienes serán responsables con sus bienes personales (cuentas bancarias, casa, etc.) por algún quebranto, sino también los accionistas de una miscelánea o de una taquería. 

Enfatizo que al tomar esta postura no estoy absolviendo a los dueños de Aeromar de responsabilidades legales. No tengo los elementos para hacerlo. Si cometieron delitos, el gobierno tiene que perseguirlos con todo el peso de la ley. Solo que quede claro, el fracaso no es un delito. 

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Julio Serrano Espinosa
  • Julio Serrano Espinosa
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  • Presidente del Centro de Estudios Espinosa Yglesias
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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