Cultura

La generación de cristal

  • Malos modos
  • La generación de cristal
  • Julio Patán

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Twitter ratifica su capacidad para las discusiones bizantinas. La última fue la que tiene que ver con las diferencias entre mi generación, esa de los que ahorita tienen entre cuarenta y tantos y cincuenta y algo, y la de los jóvenes que protestaban en el ITAM luego de la muerte de una alumna, un aparente suicidio que se atribuyó, central y simplistamente, a la exigencia extrema a que se ven expuestos los alumnos de esa institución.

La dolorosa noticia podría dar pie a reflexiones sobre los modos de enfrentar los problemas de salud mental en las escuelas, sobre la proliferación de eso que alguien llamó la “cultura de la queja” —el culto a la víctima, que efectivamente es una tendencia en la época, con raíces en la academia—, y sobre la pertinencia de modelos educativos basados en la exigencia extrema. De momento, su consecuencia más visible es una suerte de pugna intergeneracional que no ha hecho ver muy bien que digamos a varios contemporáneos míos. De pronto, en falso contraste con los jóvenes de hoy, retratados como criaturas endebles, mimadas, ajenas a cualquier ética de trabajo, los cincuentones de la red empezaron a hablar de su pasado como bueno, hagan de cuenta el de los padres fundadores de la democracia capitalista mexicana: viriles trabajadores de la industria siderúrgica que se pagaron la colegiatura apretando tuercas, al tiempo que luchaban por la libertad en las trincheras, enfrentando a la represión priista, y construían su casa con sus manos. Lo digo de nuevo: no mamemos. En este barrio clasemediero que es Twitter, los cincuentones hemos trabajado duro… Como la mayor parte de la humanidad, ayer, hoy y siempre. También, sí, pasamos un par de crisis. Pero comimos en restaurantes buenos y/o fuimos a escuelas privadas y/o tuvimos médicos privados y/o conocimos Disneylandia.

Mejor recordarlo, porque lo contrario, esa idealización de nuestro pasado, nos hace ver simplistas y arrogantes, pero sobre todo, y eso sí arde: nos hace ver viejos.

***

A propósito de las generaciones y sus nombres, no somos boomers, como dijeron muchos durante la discusión. Esos son nuestros padres. Sus abuelitos, pues. Por favor: Generación X. Tampoco se pasen.

@juliopatan09

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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