La disputa del poder político para mantener el control del país se endurece, tal que permita mantener los privilegios transexenales y si se pierde el poder ejecutivo, se opta por lograr el control de al menos una fracción del poder legislativo pero suficiente para detener los cambios constitucionales al impedir alcanzar la mayoría calificada por parte de morena tal que permite a la oposición mantener el statu quo.
Por eso ahora se da la batalla dentro del poder legislativo a fin de que se frene a México al detener los cambios que se proponen para el país, cambios que ocasionarían quitar los privilegios de las compañías extranjeras que mantienen el saqueo del país.
Así que estos grupos optan por controlar al poder legislativo o al menos un segmento de este de tal dimensión que impida la toma de decisiones cruciales para la nación, para corregir leyes aprobadas en contra de los intereses de México y que afectan el destino de los mexicanos, así el objetivo es que no se logre la mayoría calificada necesaria para cambios constitucionales.
También se utiliza el poder judicial mediante juicios de amparo, en contra de leyes para lograr la declaración de su inconstitucionalidad, justificando su postura apoyándose en el derecho a un ambiente limpio y a evitar la creación de monopolios públicos, pero este derecho a un ambiente limpio solo agravia cuando cause daño y en cuanto al monopolio recordemos que en el país cinco compañías extranjeras concentran la inversión en el sector eléctrico , que de hecho forman un oligopolio o un cartel que les permite controlar el precio de la electricidad y eso hacen, aplicando los denominados costos marginales, encareciendo el fluido eléctrico y vendiendo la electricidad generada por la vía solar como si se generara con gas.
El grupo opositor se llama eufemísticamente “Va por México” aunque debería llamarse “Va contra México”, coalición de partidos políticos integrada por el PAN, el PRI y el PRD y a veces se suma MC, quienes dicen defender a México, entregándolo a gobiernos extranjeros para mantener sus ganancias extraordinarias, que ocasionaron entre 2016 y 2018, una pérdida a la CFE de 3 millones de millones de pesos, de ese tamaño es el botín, por eso las presiones y los cientos de cabilderos, que andan con sus maletas como la vez anterior, comprando legisladores donde “Va por México” parece solo un centro de subastas del voto legislativo.
Julio C. Vega Olivares