Después de los resultados electorales 2024, los partidos de oposición, sobre todo PAN PRI y PRD, afrontan su falta de previsión política por la que generaron muchas expectativas fallidas, pues pensaban ganar sin ningún problema.
Herbert Spencer fue un filósofo que nos habla de la teoría de la evolución social, conocida como darwinismo social, que él llamó filosofía sintética; esta incorpora análisis sociológicos que inciden en la dinámica social, lo cual parece aplicable en materia política, en lo que podríamos llamar el “evolucionismo político”: la capacidad de los liderazgos de convencer a sus agremiados de mantenerlos en el poder, aún en contra de la evidencia de su ineptitud, en que se imponen los más ambiciosos.
Así, tras las elecciones del 2 de junio, los partidos de oposición entran en una crisis severa donde al PRD le acecha el fantasma de la extinción y el PAN no quiere reconocer que es un partido subsidiario del poder económico. Su dirigente, Marco Cortés, se ha hecho con una senaduría y espera sólo la decisión de su estructura de poder -que son los miembros del poder económico- para que se nombre un nuevo dirigente nacional.
En el caso de Movimiento Ciudadano, este partido actuó con mayor prudencia y ha venido armando un pregón triunfalista con Dante Delgado, dirigente que lleva el timón con mano firme en aguas turbulentas donde su dirigencia es cuestionada, pero quien ha demostrado ser inteligente y hábil, y a pesar de todo salió fortalecido.
El PRI es el partido más reacio a cambiar y pretende hacer un ejercicio de prestidigitación gatopardista, cambiando todo para que nada cambie, donde a pesar de que la base exige un cambio de timón ante la debacle, Alito Moreno, como presidente actual del partido, ahora prepara su morenato pretendiendo reelegirse. Seguramente porque cuenta con el apoyo del líder real del tricolor, de apellido Salinas, aunque los estatutos de su partido digan que en agosto del 2024 se termina su período, eso no lo amilana, porque los estatutos pueden cambiarse y estos ajustes estatutarios pueden servir para legalizar la continuidad en el cargo, aún en contra de la voluntad de los priistas.
Ante el dilema de renovarse o morir, algunos piensan que es suficiente con una renovación cosmética, esto medirá la capacidad de Alito Moreno para volver a engañar a sus correligionarios. A ver si esto es suficiente, porque el PRI requiere cirugía profunda.