La estrategia de la alianza opositora es muy clara y va dirigida a la pomposamente denominada inteligencia emocional, apostando a las reacciones viscerales del electorado.
En realidad su propuesta electoral no se basa en un proyecto nacional, en una propuesta económica ni en una promesa social, sino simplemente en el desprestigio y la calumnia, por lo que podríamos afirmar que en realidad lo que persiguen es mantener su régimen de privilegios.
En el caso de los partidos políticos, el recibir sus cuotas plurinominales que sirven a los dirigentes para, en algunos casos, comercializarlas al mejor postor y a la reacción para controlar el poder legislativo, no para impulsar la democracia o para salvar al país, como se dice.
Hablando de partidos y traiciones se fue consumiendo la democracia, y la coalición opositora aprovechando las ambiciones personales de algunos pretensos, dividen a los partidos para debilitarlos y controlarlos. Así han dividido al PRI, golpeando a Alito, el presidente nacional, de quien se dijo traicionó a la alianza opositora; y la dirigencia empresarial de la alianza manipula hasta a su verdadero aliado ideológico, el PAN, pues cuando la perra es brava, hasta los de la casa muerde.
Estos grupos de poder económico pretenden también fracturar a Morena desde la Cámara de Senadores, utilizando las ambiciones políticas de Ricardo Monreal, a quien lo andan “cuchiliando” contra Morena, y don Ricardo coquetea y como que se traga el anzuelo, ¿pero acaso a Monreal solo lo atacan sus correligionarios? pues no, también los grupos de poder económico para que traicione a Morena, lo cual resultaría en una fractura incómoda.
Santiago Creel, del PAN, invita a Monreal a dejar Morena y realizar campaña electoral con él, Morena por su parte lo apremia a que se defina; si se va o se queda, pero en política hay que saber esperar a que las condiciones estén dadas y saber identificar ese momento.
La realidad estadística es que las encuestas, como la publicada el martes pasado en el Universal, nos dicen que a 18 meses de la elección presidencial Morena encabeza la intención del voto con 40%; le sigue el PRI, con 16%; el PAN, con 14%; el PRD, con 4%; el Verde, 3%; el Partido del Trabajo, 3%; Movimiento Ciudadano, 7% y 13% son indecisos. Solo con este dato, ni sumados los votos de la alianza opositora con todo y PRI que ahora vuelve a coquetear con ellos, pueden superar a Morena y sus aliados. Esa es la verdadera preocupación de la alianza opositora, no el INE ni México.
Julio C. Vega Olivares