La mayoría de los países desarrollados se caracterizan por tener una industria automotriz poderosa, recordemos que en alguna ocasión un directivo de la General Motors dijo: “Lo que es bueno para General Motors es bueno para los Estados Unidos”; eso nos da una idea de la importancia de esta industria.
México se rezagó en crear una industria automotriz propia que impulsara la economía nacional, esto fue consecuencia del dominio tecnológico y productivo de los centros de poder económico. Vemos en los registros que México produce automóviles y que los exporta, pero realmente esos automóviles son producidos por filiales de marcas extranjeras, y en México solamente se ensamblan, pues la mayoría de las partes que integran cada vehículo viene del extranjero. México sólo aporta la mano de obra barata necesaria para la producción.
Sin embargo, el gobierno de Claudia Sheinbaum ha anunciado la creación de la primera armadora mexicana de minivehículos eléctricos bautizada como Olínia, que en idioma náhuatl significa moverse o estar en movimiento.
Este es un proyecto que pretende construir tres modelos que están diseñados para movilidad personal, otro para movilidad de barrio -como un minitaxi- y el último para entrega de mercancías, de última milla. Los precios que oscilarían entre 90 mil y 150 mil pesos. Quizás en el futuro próximo se fabrique un auto familiar, para las necesidades de la clase media.
Estos vehículos, que llegarán al mercado en el año 2030, es un proyecto que contará con capital público y privado, y su diseño lo realizan investigadores del Instituto Politécnico Nacional y del Tecnológico Nacional de México; serán totalmente eléctricos y pretenden contribuir también a la transición energética y al cuidado del medio ambiente al reducir las emisiones de combustibles fósiles y, gracias a su tamaño compacto, optimizarán la ocupación del espacio urbano.
Este proyecto es uno de los 100 puntos a que se comprometió la presidenta Sheinbaum. Olínia es un auto que tiene un alto grado de integración nacional y sin duda evolucionará en ese segmento de mercado, lo que permitirá el inicio de una industria automotriz nacional que para la gente de menores ingresos producirá, digamos, un auto del pueblo. Recordemos que la industria automotriz actualmente representa 4% del PIB nacional y 20.5% del PIB de productos manufacturados.