Mazatlán fue al Volcán y le ganó a Tigres causando gran sorpresa.
En beisbol de Grandes Ligas, los Yankees en su casa, permitieron 9 carreras en la primera entrada por parte de Minnesota para terminar perdiendo.
En el deporte, cualquiera que sea, las sorpresas existen, son usuales, se aparecen.
¿Se atreverá Santos a ofrecernos algo insólito? La primera respuesta es negativa porque aparte de ser visitante, es contra el líder general.
Aquí se detiene el análisis porque habría que acudir a las insospechadas sorpresas.
Los argumentos futbolísticos que la gente de Fentanes ofrece no aportan confianza. No hay más que esperar algo casi anormal.
Los esfuerzos conmovedores que podamos observar por parte de los albiverdes el domingo tendrán una base: la novedad y el orgullo profesional que parece todavía existe.
La alineación inicial, novedosa o no, poco nos podrá sorprender porque es lo que hay.
Aquí no existe asombro. Los dichos retóricos para entender qué pretenden hacer no justificarán lo que tanto han intentado.
Se les reconoce que fueron debilitados con la ausencia de Gorriarán y Leo Suárez.
Pero no hubo la capacidad para suplirlos en el campo. Algo falló; o mucho, ya no se sabe bien qué sucedió.
Empatar contra los Rayados sería mucho esperar pero existe la baja posibilidad de que eso aparezca por aquello de las novedades. Pensando con la lógica cada vez menos veraz, la conclusión no es favorable.
Ni modo; es necesario ser serios dándole cabida a lo imponderable que siempre existe en un partido.
Aquí no se trata de adivinar ni tampoco de rompernos las vestiduras.
Es ubicar las limitaciones actuales del Santos las cuales el semestre pasado no exhibió.
Nos quedamos con la ilusión.
La sorpresa forma parte de la incógnita.