Otra vez aquí, en estas páginas. Pasa el tiempo y no hay ni para qué aventarle la tijera al cordón que me tiene en una especie de feliz anonimato. Entonces ocupo mi tiempo y mi ocio en lo que me da la gana, sin problema. Leer alarga la vida y acorta el tiempo: no es paradoja. Durante muchos años me he dado a la tarea de buscar temas para muchos más que escandalosos y turbios.
Es así como descubrí recientemente una investigación testimonial acerca de lo que la criminología ha detectado y ha reconocido como “Investigadores civiles”, algo así como lo que intenté describir en un personaje novelado. Reconozco que el impacto, lastrabas y los peligros no son invisibles. Ellos son sabuesos y se acostumbran a no temerle a nada, incluso llegan a obsesionarse y a correr los riesgos por su propia cuenta, no se detienen si andan buscando los datos y las fotografías que los lleven a encontrar el nombre, o los nombres, de quienes han sido sepultados anónimamente, en calidad de auténticos desconocidos, o bien bajo un apodo, mismo que a lo mejor tampoco les pertenecía. Eso si bien les va, porque cuántos no se han perdido en fosas clandestinas.
Mundo salvaje al que nos hemos adaptado.
Los sabuesos son entonces los “Investigadores civiles” que hacen la labor que la policía no hizo debido a causas múltiples que el lector pueda anotar. Los sabuesos van en contra de firmes intereses, por eso su trabajo es incómodo.
Un sabueso busca y encuentra, va a los registros, a los retratos hablados, a los bares y rastrea la vida de los familiares, cuestiona y encomienda muestras genéticas. La ficción debería servir como un elemento coadyuvante.
La editorial Planeta ha publicado El club de los asesinatos (2002) / Crímenes reales resueltos por fanáticos del true crime que se convirtieron en detectives. Su autora es Nicola Stow: un texto completo que incluye un glosario de términos de la criminología.
Nicola Stow es “una escritora fantasma” que ha estudiado de manera detallada la increíble labor de los sabuesos: “necesidad, obsesión, sed de justicia… Planes para capturar asesinos…”.
Sabuesos cautelosos, mucho.
