Tamaulipas arriba a la sucesión gubernamental de 2022, sin haber reformado la Constitución Política ni su Ley Electoral en materia de paridad en todo, no obstante los exhortos que lanzaron desde la tribuna del Congreso de la Unión la senadora María Guadalupe Covarrubias Cervantes y las diputadas Nohemí Alemán Hernández, Olga Patricia Sosa Ruiz y Juliana Elizondo Guerra.
Incumplimiento que no es un asunto menor, pues afecta el derecho de 1.4 millones de tamaulipecas de ser votadas en 2022, y que por lo tanto pueden solicitar la tutela del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, exigiendo el cumplimiento de los criterios que sobre paridad de género aprobó para las gubernaturas la Sala Superior, el 14 de diciembre de 2020.
Recordemos que el 6 de junio de 2019 se publicó la Reforma Constitucional en materia de paridad en todo, estableciendo en el artículo 35 como derecho de la ciudadanía el de ser votada en condiciones de paridad, mientras que en el 41 ordenó a los partidos observar el principio de paridad de género en la postulación de candidaturas.
En su parte transitoria, la Reforma Constitucional mandata al Congreso de la Unión y a las Legislaturas estatales realizar las reformas correspondientes para observar el principio de paridad en la postulación de las candidaturas, incluyendo el cargo unipersonal de la gubernatura.
Mandato incumplido por el Congreso de Tamaulipas, pues ni la minuta de la reforma constitucional fue aprobada y la iniciativa que, en materia de paridad en todo, presentó la bancada del PRI el 27 de octubre de 2019, se depositó en la congeladora de la LXIV Legislatura.
Estatus de incumplimiento que tiene igualmente el tercer resolutivo del SUP-RAP-116/2020, aprobado el 14 de diciembre de 2020 por la Sala Superior, que vinculó a los Congresos locales para regular la paridad en la elección de gubernaturas, antes de iniciar los comicios de 2022.
Una legislatura que tampoco aprobó llamarse “de la paridad de género”, como lo propuso en octubre de 2019 la diputada Patricia Pimentel Ramírez, a pesar de ser la primera en la historia de Tamaulipas con mayoría de mujeres.
¡Vaya paradoja!