El jueves de la semana pasada, Mario Delgado Carrillo, capitán de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, presentó una iniciativa clave para construir la Cuarta Transformación de México-whatever that means-: la que reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.
Reforma que impactará política y administrativamente a Tamaulipas, al contener el sustento legal del trabajo que José Ramón Gómez Leal realizará, en su calidad de delegado de Programas para el Desarrollo, así como de quienes estarán al frente de las Oficinas de Representación, que sustituyan a las Delegaciones Federales.
De acuerdo con la exposición de motivos, los delegados de los Programas para el Desarrollo tendrán dos tareas claves: una, coordinarse con los gobernadores y los alcaldes de las entidades federativas. La otra, coordinarse con los titulares de las Oficinas de Representación.
La fracción IV del artículo 8 de la iniciativa dice que la Oficina de la Presidencia de la República tendrá como una de sus atribuciones dirigir a las delegaciones locales y regionales, mientras que el artículo 17 Ter señala que el Presidente de la República tendrá delegaciones de Programas para el Desarrollo, en cada una de las entidades federativas.
José Ramón y demás delegados estarán adscritos jerárquica y funcionalmente a la Oficina de la Presidencia de la República, y serán designados de acuerdo con el Reglamento que expida el Presidente de la República, dispone el artículo 17 Ter.
Para el ejercicio de sus funciones, las delegaciones contarán con la estructura administrativa que autorice el Reglamento, o bien, los acuerdos que expida el jefe de la Oficina de la Presidencia, en donde despachará el coordinador de los delegados, Gabriel García Hernández, ex secretario de Organización del CEN de Morena, quien tiene la confianza plena del Presidente electo.
Existirá un periodo de transición de 180 días, para que la estructura orgánica de las delegaciones de Programas para el Desarrollo quede constituida, señala el Artículo Décimo Primero Transitorio, contados a partir de la publicación del Reglamento correspondiente, que será expedido por el Presidente, dentro de los 180 días a partir de la entrada en vigor del decreto.
Término de 180 días que tendrán a la vez los secretarios de Estado y directores Generales, para presentarle al Presidente de la República cuáles delegaciones federales subsistirán y convertirán en oficinas de Representación.
Donde Morena no gobierna, cambiará el entorno político: los delegados serán los ojos, oídos y la voz cantante del Presidente, y harán política a su nombre.
No lo dice la iniciativa, pero así será.
José Ramón
- Dato duro
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Juan Carlos López Aceves
Tampico /