Deportes

Un hombre común y un niño de Liga

El mejor tenista de la tierra. Novak Djokovic nunca tuvo una campaña de Nike en las marquesinas de Times Square, no ha sido el deportista favorito de los publicistas, el modelo perfecto para los agentes de moda, ni la clase de hombres que vende la revista GQ; su carrera, una trayectoria estelar, no goza de la devoción y el arrebato que provocaron Roger Federer y Rafael Nadal: dos tenistas que compitieron con el serbio dentro de la cancha, pero que fuera de ella, arrasaron con él. Nole, un hombre común de marcas descomunales, ganó el fin de semana su vigésimo segundo Grand Slam, superando a Federer por dos y alcanzando a Nadal, a quien adelantará antes de retirarse convirtiéndose en el máximo ganador en la historia del tenis. Tengo la extraña sensación de que el tiempo no cambiará las cosas: hemos sido injustos con él, puede que Federer y Nadal mueran como los mejores tenistas de la galaxia, pero Djokovic, siempre será el mejor que hubo en la tierra.

Los niños de la Nacional. Cuando empezamos a seguir la NFL, los niños de mi generación elegíamos un equipo, pero también una Liga: éramos herederos de la vieja Nacional o de la clásica Americana, que con el tiempo fueron llamadas conferencias a las que defendíamos como la única, la mejor o la más ganadora. Era tal la división y competencia en aquellas épocas, que la cadena CBS transmitía en exclusiva todos los partidos de la Nacional y la NBC todos los de la Americana, compitiendo por la audiencia y el mercado. Si tu equipo no llegaba al Super Bowl, había cierto consuelo en que tu Liga se quedara con el título. Mi sensación era que la Nacional contaba mejor la historia de futbol americano a través de Green Bay, Chicago, Dallas o Filadelfia; y que la Americana era un grupo de intrusos encabezados por Pittsburgh, Miami, y Nueva York, equipos que dividían los salones de clase. Pero el dominio de la Americana al principio, ganando 12 de los primeros 17, fue demoledor con los niños de la Nacional. Nos recuperamos con aquella racha de 13 Super Bowls ganados en forma consecutiva entre el XIX y el XXXI; hasta que la rivalidad entre conferencia se desvaneció. Soy uno de esos extraños Vaqueros que queremos que gane Filadelfia.

José Ramón Fernández Gutiérrez de Quevedo

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José Ramón Fernández Gutiérrez de Quevedo
  • José Ramón Fernández Gutiérrez de Quevedo
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  • Columnista en La Afición desde 2008. Lic. en Administración. MBA en Comunicación. Máster en Publicidad. Periodista, comunicólogo y gestor especializado en medios con más de 20 años de experiencia en puestos directivos en empresas como CNN, Canal+ y Movistar+; ha participado en proyectos de posicionamiento de estrategias de Marketing Deportivo.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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