El miércoles 19 de diciembre pasado, una pareja de novios que viajaba en tren se sentó frente a un hombre de apariencia dura. La mujer centró su mirada en la peculiar cicatriz que el individuo presumía arriba de la ceja izquierda.
Aunque este no prestó atención a sus compañeros de viaje, estos se pusieron nerviosos, por lo que decidieron cambiar de lugar, no sin antes tomarle una foto discretamente con un celular, pues a ella el rostro del hombre le recordaba a alguien.
Alejados del intimidante sujeto, enviaron la foto a la aplicación de la policía tailandesa. Cuando el tren detuvo su marcha en la estación Pak Chong a eso de las 10:45, un grupo de oficiales subió apresuradamente al convoy, rodeó al hombre y lo detuvo. La pareja dijo sentirse satisfecha, pero aún con miedo, por colaborar con la policía en la aprehensión de Somkid Pumpuang, El Jack el Destripador de Tailandia.
Pumpuang, de 55 años, es considerado por la policía local como “un hombre peligroso”. En 2005 fue convicto por asesinar a cinco mujeres, algunas de ellas cantantes de clubes nocturnos y otras masajistas en hoteles lujosos. En 2012, una corte de apelaciones condenó a Pumpuang a cadena perpetua.
El comportamiento del hombre en prisión fue ejemplar. Aunado a eso, la sobresaturación de hasta 300 por ciento del sistema penitenciario tailandés contribuyeron a que Pumpuang fuera liberado en mayo de este año.
Sin embargo, en noviembre pasado la policía nuevamente buscaba a El Jack Destripador tailandés después de que contactó una mujer vía Facebook pasándose por abogado. El 2 de diciembre, el sospechoso se mudó al domicilio de la señora Ratsami, de 51 años, en la provincia de Khon Kaen.
Al igual que algunas de las cinco víctimas mortales de Pumpuang, Ratsami trabajaba en la industria hotelera. Para el 15 de diciembre, Ratsami estaba muerta. Fue ejecutada con un cable eléctrico alrededor de su cuello. Estaba atada de muñecas y tobillos. Por lo que su verdugo se tomó su tiempo para disfrutar el terror de su presa. El asesino no tuvo el cuidado de esconder sus huellas dactilares, su ropa y documentos correspondientes a un auto hallado en la escena.
Somkid Pumpuang comenzó su carrera homicida el 30 de enero de 1995, acabando con la vida de Waruni Pimpabutr, de 25 años. En junio de 2005, su ira se desbordó y asesinó a Phongphan Sapchai (junio 4), Pathsari Amataniran (junio 11), Phontawan Pangkhabutr (junio 18) y Somepong Pimpporn Pirom (junio 25).
El 29 de junio de 2005 fue arrestado al llevar a una víctima potencial a un motel. En mayo 17 de 2019 salió libre de culpas. El 15 de diciembre, la policía tailandesa emitió la alerta para detenerlo por el asesinato de Ratsami Mulichan.
El 19 de diciembre pasado, Pumpuang fue detenido a bordo de un tren. No opuso resistencia, no mostró remordimientos, ni preguntó a la policía cómo le habían echado el guante, la ausencia de emociones siempre caracterizó a un asesino que es capaz de engañar al mismo diablo.
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