Aunque el nombre de David Owen Brooks carece del brillo mórbido de predadores como Ted Bundy o Jeffrey Dahmer, lo cierto es que la actividad criminal de este individuo colocó a la ciudad de Houston en un estado de sitio durante los años 70.
La muerte de Brooks, ocurrida el pasado 28 de mayo en un hospital de Galveston, Texas, en nada mitiga el horror y el dolor que este hombre causó al secuestrar, violar, torturar y asesinar entre 28 y 42 niños y jóvenes en un lapso de tres años.
Dean Corll era un violento depravado sexual que pagaba 200 dólares a Brooks y Wayne Henley Jr. por cada muchacho que le entregaban.
La diversión de Corll terminó la mañana del 8 de agosto de 1973. La policía local recibió el reporte de un joven llamado Elmer Wayne Henley Jr., quien señalaba que había matado un hombre a balazos.
El detective David Mullican acudió al lugar que indicaba el reporte. “En un principio pensé que se trataba de un homicidio más”, señaló Mullican. Ignoraba que estaba entrando al peor caso de asesinato serial en Houston.
Henley explicó a la policía que Dean Corll había asesinado a seis adolescentes en su domicilio. Pero el caso apenas comenzaba. Horas más tarde, el joven condujo a la policía a una bodega de botes al sur de Houston, en la que las autoridades rescataron ocho cuerpos más.
La búsqueda continuó al día siguiente. Nueve cuerpos más fueron rescatados en un cobertizo. Agotado por la presión de la policía y de los medios, Henley dejó de participar en la búsqueda y se limitó a señalar un lugar cerca del lago Sam Rayburn, donde encontraron cuatro cadáveres más.
David Owen Brooks vio que todo se había descubierto y decidió entregarse a las autoridades. Se presentó con un croquis en la mano, indicando un lugar en High Island, en el que seis cuerpos estaban enterrados prácticamente a flor de tierra.
Brooks y Henley fueron los jóvenes cómplices de Corll en la entrega de menores, aunque también participaron en algunos homicidios.
Ambos fueron condenados a prisión de por vida. Henley purga su castigo en el Departamento de Justicia Criminal de Texas. Brooks murió, sin que aún se determinen las causas, a los 65 años.
