Conforme se acerca la fecha de instalación de la próxima legislatura federal (29 de agosto), más se incrementan los riesgos de estallido en la Cámara de Diputados.
Mientras en el Senado la coordinación política de Ricardo Monreal marcha, en la casa de enfrente los del grupo mayoritario se preparan para dar un golpe artero no solo a sus contrincantes, sino a la democracia mexicana, al hacerse de los integrantes que le faltan para alcanzar la cantidad de 251 diputados y con ello, presidir por tres años la Junta de Coordinación Política.
Tal hecho no solo significará el rompimiento de negociaciones entre los grupos parlamentarios, sino una burla para el electorado mexicano, el cual prefirió votar por las y los candidatos del PVEM y del PT y no así por los de Morena, sin saber que a final de cuentas acabarían en ese grupo.
Ese rompimiento podría ser muy grave no solo para el Legislativo, sino para el país, ya que entre las primeras acciones que se espera de la siguiente legislatura es la recepción, análisis y aprobación de la propuesta de paquete económico para 2022, para lo cual es imprescindible la integración de comisiones ordinarias, acuerdo que no se prevé fácil de alcanzar si Morena se "agandalla" la presidencia de la Junta de Coordinación Política.
Se da por descontado que la mayoría calificada para aprobar la integración de la primera Mesa Directiva tampoco se alcanzaría con facilidad, y es que pareciera que Morena no quiere descuidar ningún flanco y sabe que, en caso de prosperar la consulta de revocación de mandato y que el resultado fuera positivo, quien sustituiría provisionalmente al primer mandatario sería el presidente de la Cámara de Diputados.
De ahí que ya tenga candidato para ocupar esa posición. Sin embargo, la segunda fuerza política en San Lázaro, como lo es el PAN, ya también tiene a su candidato para presidir el trabajo camaral, recayendo en Santiago Creel Miranda, por lo que el bloque de "Va por México" no le dejará el camino libre al morenista.
Este caldo de cultivo hace prever un inicio de legislatura tortuoso y sin espacio para atender los temas que sí interesan a la sociedad, como lo son las crisis económica, sanitaria, alimentaria y de seguridad que padece el pueblo.
Es momento de pensar en el bien de la República y en lugar de iniciar más fuegos, mejor eviten las fugas.
José Luis Camacho Vargas
*Académico de la Facultad de Derecho de la UNAM