En las redes se escribe que “El planchado consiste en utilizar un instrumento caliente para eliminar las arrugas de las prendas lavadas. Ese instrumento presiona su superficie caliente contra una superficie plana, normalmente de tela o lona, con lo que se alisan las arrugas de la ropa o por vapor de agua, que logra el mismo resultado. El calentamiento se realiza comúnmente a una temperatura de 140 a 200 grados centígrados, dependiendo del material de la tela. Las herramientas más comunes para este propósito se denominan planchas”. La gobernación, la gobernanza en Nuevo León requería urgentemente de planchado, instrumentos calientes para eliminar las arrugas del PRIANL. Eso decidió la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y por eso envió a un equipo político-policial para solucionar los problemas. No se trata de destruir al PRIANL, sino meterlos en cintura.
Demócrata, la doctora Sheinbaum respeta los resultados electorales (haigan sido truculentos, pero son) y, por tanto, los poderes políticamente fácticos. Si no fuera así, nunca convocaría a su subsecretario plenipotenciario de Gobernación en nuestro estado, César Yáñez, a reunir al alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza, y al gobernador constitucional del estado de Nuevo León, Samuel Alejandro García Sepúlveda, en la casa sampetrina del titular del Ejecutivo. Lo simbólico también cuenta, es la misma casa donde Claudia conoció a Mariana Rodríguez Cantú. Después de planchar asuntos políticos (la Fiscalía sigue, no tanto, pendiente), César Yáñez pernoctó en Nuevo León.
Cuando Edgar Degas, el intelectual inquieto impresionista, pintó Las planchadoras, buscó un golpe de realidad, como su amigo Mallarmé golpeó el azar con los dados. El óleo sobre lienzo es un gesto de Degas y tal vez un manifiesto: “A partir del año 1880 se centró en un tema aparentemente poco atractivo para la pintura, como eran las figuras de planchadoras. Una temática a la que dedicó varios cuadros, entre ellos, esta tela pintada al óleo en el año 1884 y que en la actualidad se expone en el Museo de Orsay de París. ¿Por qué este tema? Según algunos historiadores del arte, se correspondería con un momento en el que el pintor quiere apegarse más a la realidad y la sociedad de su tiempo, alejándose así un tanto de un mundo tan irreal como el de la danza. Además, el tema de las planchadoras, lo fue combinando con sus obras dedicadas a las modistas”.
A los corruptos modistas de la impunidad, el PRIANL, como Adrián de la Garza, Francisco Cienfuegos, Zeferino Salgado, Carlos de la Fuente, Arturo Salinas, conviene plancharles sus arrugas delincuenciales como un ejercicio de planchado político, antes de un planchado judicial y penal. La irrealidad de su danza política los vuelve vulnerables: connivencia con el crimen organizado, lavado de dinero, secuestros, tortura, chantaje y extorsiones políticas.
La presidenta Claudia Sheinbaum viene esta semana a Nuevo León. Habrá Presupuesto y tendrá nueva gobernabilidad de la mano de Samuel García. La avanzada chilanga culminó lo necesario, así Rosa Icela Rodríguez, así Omar García Harfuch, así César Yáñez y los negociadores locales, cuyos nombres saldrán más adelante. Después de la visita de Claudia habrá un nuevo Nuevo León. Como con el pintor Degas, apegarse a la realidad. Es muy poco el poder que tiene el PRIANL, el Congreso va a cambiar, el Tribunal Superior de Justicia cambia, la Fiscalía también… Disfruten lo votado, lo robado. Y, además, seguridad, reducción de la contaminación, inversión y desarrollo social: por el bien de todos, primero los pobres. El arte de planchar, de gobernar: mano de hierro envuelta en un guante de terciopelo.
