Un escenario revuelto dejó el proceso interno de los partidos políticos para la selección de sus abanderados, con el fallido fortalecimiento de alianzas estratégicas opositoras, en Hidalgo se ve lejos, muy lejos la consolidación de una verdadera alternancia.
Los candidatos a la gubernatura que tocarán nuestras puertas, sonarán en los radios y estarán presentes en todos lados durante los siguientes dos meses, vendiéndonos en sus mensajes los mejores proyectos y propuestas para cambiar en los siguientes seis años nuestras respectivas realidades, son personajes que para nada son novatos; por el contrario, dos de ellos aparecerán por segunda ocasión en la boleta electoral.
Ninguno de los tres representa caras nuevas o, por sí mismos, el abanderamiento de un proyecto realmente alternativo para una entidad con más de un millón y medio de habitantes en pobreza y más de 350 mil en pobreza extrema.
Durante estos días de campaña, que arrancarán el primero de abril, seguramente escucharemos el reconocimiento a la “falta de tino” en proyectos y programas gubernamentales, no solamente de la oposición sino de actores desde el mismo partido que actualmente nos gobierna, lamentable que esto suceda a unos meses, a tan solo días de celebrarse una contienda electoral y sirva solamente como una bandera política más.
Como muestra de ello, solo bastará escuchar a quienes buscaron postularse, le apostaron a asumir el papel de un militante crítico tardío y también se hará evidente en los cambios, cualquiera que estos sean, en acciones que operan ya, solo por reducir la posibilidad de que se les haga valer un costo político.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en 2010 Hidalgo el 54.7 por ciento de la población estaba en situación de pobreza, en 2012 el porcentaje se redujo al 52.8 y en 2014 paso al 54.3 por ciento.
La misma instancia señala que del segundo trimestre de 2014 al segundo trimestre de 2015, se ha incrementado la capacidad de compra del ingreso laboral en 2.2 por ciento. Es decir, durante este periodo, los ingresos laborales de las familias en la entidad han crecido un poco más que el valor de la canasta alimentaria.
Sin embargo advierte que la evolución del valor de la canasta alimentaria que cada mes publica el CONEVAL, a nivel nacional se observa que entre septiembre 2014 y septiembre 2015, el valor de la canasta alimentaria ha crecido, aproximadamente, 4.1 por ciento en zonas rurales y 3.8 por ciento en zonas urbanas.
Además del año 2000 al 2010 hidalgo paso del lugar número 6 en rezago social al número 7, considerado con un alto grado en el contexto nacional, y es entonces cuando la gran mayoría se pregunta ¿por qué después de tantos años seguimos en las mismas?
Las campañas electorales, mensajes, discursos políticos y propuestas, indudablemente estarán enfocadas en la disminución de dichas cifras, pero en la realidad son los intereses políticos y económicos los que moverán conciencias a partir de las carencias.
Nuestra entidad se convertirá en un tipo de pasaporte político importante rumbo a la renovación de la Presidencia de la República y pareciera que el terreno está limpio para el grupo Hidalgo pero desde la oposición los mismos tricolores con similares aspiraciones buscarán evitarlo, operarán en la entidad disfrazados de azul desde la oposición y las cifras, pero sobre todo las realidades terminarán como siempre… en segundo plano.
@JanetBaS