El método al que recurrido el presidente López Obrador para enfrentar a los partidos de oposición, sus acérrimos rivales de la intelectualidá acomodaticia y la Tremenda corte, basados en la confrontación, ya no funciona. Vistas las cosas, es momento de que López Obrador les aplique lo que viene siendo la psicología invertida. Sobre todo porque está claro que cualquier cosa que se les diga, plantee u proponga, lo van a abominar desatando así el odio, el rencor, el rechazo, más la sobada dotación de mentiras, noticias falsas, melodramas ranchero, gritos desaforados y caras de toro loco.
Estoy seguro de que si en una Mañanera declarara que los panistas del Cártel Inmobiliario, Taboada-Romero-VonRaterich, son gente buena, santa y proba, de inmediato Markititito Cortés, con su carita de Topo Gigio, saldría a acusar a sus secuaces de asesinos en serie y de ser un peligro para México. Nomás que haga la prueba de hablar bien de Alejandra del Moral y de volada le caerían los de Mexicanos contra la Corrupción, Proceso y Loret a acosarla como a los hijos del presidente. También puede hacer un calis nombrando a Alitititito Moreno como el embajador del Bienestar, me canso ganso que en dos patadas tendría a Sarmiento, Pedro Ferriz, Alazraki y Loret a especular que Mr. RoBotox tiene enfermedades venéreas no suficientemente estudiadas por la ciencia. Y a Kinky Téllez y al Yunque acusándolos de comunista.
Como cosa suya, Andrés Manuel podría declararse admirador de Calderón, y de volada Xóchitl me los encadenaría a la Estafa de Luz, mientras Krauze lo llamaría García Luna Productions alfa. En esa lógica no estaría mal que llenara de elogios a Monreal para que hasta Sandra Baticuevas fuera a corretearlo como si fuera feminista.
Lo de la Tremenda Corte sería más sencillo. Con que el presidente la felicite con una sonrisa en la boca por la manera en que batearon el Plan B los de Norma Piña-Peña y su Pandilla, sobre todo cuando en un verdadero acto justiciero y nada político, siempre a favor del pueblo y no de la oligarquía, se fueron sobre las nimiedades de la forma y no por la estructura de sus propuestas. Nombre, con eso la señora Norma Piña, iría en contra de la norma de apoyar siempre al PRIANChu y resucitaría en friega al Plan B y lo declararía más constitucional que lo Constitución misma.
AMLO debería de volver al viejo deporte de jugar con las mentes de sus adversarios como un gato con su bola de estambre.