Después de mucho cavilar sesudamente, llego a la conclusión de que la oposición está pa´l perro. Aún con el apoyo sin duda desinteresado de las calificadoras que primero descalifican y luego verigüan, del llamado a la desobediencia, de los berrinches pluscuanimperfectos de la Coparmex y el CCE, las conjuras necias del señor muy pero muy X González, las histerias paranoicas complotistas de cierta banda periodística que vive en el azote con jabón zote, y varias mamarrachadas adicionales, nomás no jalan. Y eso que le han rezado fuerte a los demonios del covid-19 y le han puesto sus veladoras a la OPEP, nomás no cuajan.
Y cuando tienen, por ejemplo, ácidos y lacrimógenos señalamientos en materia de salud, sale el dato de los 85 mil millones de pesos que durante el sexenio de mi licenciado Peña desparecieron misteriosamente (¡Ay, Pepe Narro debe andar tamañito!), mientras unos años antes el buen Jelipondrio no solo se despachó con la cuchara grande en la epidemia del H1N1, sino que dejó de comprar los ventiladores que hoy harían buena falta, pues se les caen los sueños guajiros, el castillo de naipes y caen derrotados sus ídolos de barro.
Quizá el problema radique en lo que dicen los líderes del couching: están demasiado atados a sus apegos y no saben soltar. No puede ser que sus líderes sean los que tienen. Ya se sabe: para tener la lengua larga hay que tener la cola corta. Y Jelipillo Calderón y su Margarita Zavala tienen demasiados cadáveres en el closet, entre los que destaca uno que cada vez es menos portátil, su bróder García Luna Productions. Ya es tiempo de buscarse otros Yodas menos escabrosos.
Lo mismo pasa con sus líderes de opinión que siguen atrapados en los 80. Y cuando se quieren mothernizar agarran a cualquier influencer que en otro tiempo ni siquiera hubieran sido dignos de Chiquilladas. Ahí tienen oootraaa veeezzz a Chumel Torres que quiere superar en materia de fake news a Denise Dresser; en estos días en un ejercicio humorístico que hubiera repugnado hasta al payaso Platanito, sacó una foto de Valentín Elizalde como si fuera un doctor del IMSS fallecido en la pandemia.
Eso no lo hubiera hecho ni Javier Alatorre. Derbez, quizá.
No solo hay que cambiar los paradigmas y también los liderazgos, pues ni modo que vayan a seguir a Markitititito Cortés, a menos que quieran irse al averno, Satán.
O igual es eso lo que están buscando.
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@jairocalixto
