No entiendo la necesidad de algunos colegas de hacerse las “vístimas” por salir en el Pinochómetro, cuando lo que deberían de hacer es tomarse algunos cursos de actualización en materia de fake news. Esto es para que se superen y no terminen cayendo como siempre en los mismos errores. Yo no digo que dejen de hacer lo que saben hacer —que además es en lo que han saciado su avidez de notoriedad— pero sí que en una terapia de introspección profundicen en sus defectos pues cada vez son más evidentes su abulia, medianía y conformismo. Además de dejarle todo el trabajo sucio a los jéiters, trolles y bots, moviendo esas fake news como si fueran de buena calidad.
Ni Juan Collado en Andorra se daba esa vida de pachá de los consejeros del INE
Cuerpo.....
Daré un ejemplo: es increíble que en medio del debate sobre la escasez de medicamentos para niños con cáncer (tema sumamente delicado donde el sectors opositors ha fincado todos los reales), lo mejor que se les ocurrió fue organizar una protesta en el Aeropuerto de la Ciudad de México, pero sin la presencia de las víctimas ni de sus padres. Y cuando los reporteros pasaron a entrevistar a los protestantes ninguno tenía la menor idea de qué se trataba el asunto y hasta parecía un homenaje a los acarreados de la CTM de Fidel Velázquez. Así no se puede; fue más creíble el tango con chiqueadores que se aventó el señor Eduardo España, sacado de un guion del Tirano Claudio XXX y de Burnstavo de Hoyos en su versión más histeriquita.
También está el extraño caso de la Nueva vieja banda TimbirINE que, mientras se cansan alegando que son pobres entre los pobres y por eso no pueden renunciar a sus sueldos proletarios, aparece una información sobre lo que se gastan en suculentas comilonas entre Ciro Murayamasamí y mi Tatanka Córdova a costillas de los ciudadanos. Cómo voy a creer que los consejeros tengan para echarse caviar, pato laqueado y parises de noche como si fuera su dieta Keto (se gastan millones en tragazones que ya hubieran querido Gargatúa y Pantagruel, sobre todo porque seguramente son amenizadas por el Mariachi Vargas de Tecalitlán, el Ballet de Milton Ghío y los Violines de Villafontana), y luego andan chillando dizque porque no tienen presupuesto para la consulta para juzgar a los expresichentes. Ni Juan Collado en Andorra se daba esa vida de pachá.
Ahí se ve la falsedad.
Si de por sí el nado sincronizado está muy mal sincronizado prestándose al sospechosismo, estas cosas simplemente no coadyuvan.
Más y mejores fake news, el Jetta blanco qué. _
Jairo Calixto Albarrán
@jairocalixto
