¡Lozoya Lozoyita, te odio! Si no fuera por tu infinita sed de venganza y profundo sentido de la traición, ahorita mismo varios de nuestros más admirables y carismáticos políticos estarían tranquilamente en sus pequeños palacetes cubiertos de árido mármol bebiendo su bucanas, disfrutando de la plenitud de la pinchi impunidad, no se vale.
La narrativa sería otra echándole la culpa de todo a López-Gatell (¿no será que está detrás de estas filtraciones del terror?), sin tener que preocuparnos a ver si no salimos aunque sea a manera de cameo en los videos de don Emely. Sobre todo, porque Marcelo Odebrecht podría demandar a quienes se quedaron con su lana de los sobornos por usarla en puras pendejadas, y enfrentar la adversidad con menos carácter que Betty la fea cuando tenían que reaccionar como Catalina Creel.
Maldito Lozoyita, gracias a ti han tenido que salir nuestros más avezados intelectuales como Sarmiento a decir que los videos donde los panistas babean cual si fueran a repartir billetes en un teibol no prueban nada, claro, seguramente son producto de una vaquita en el blanquiazul para los boletos de la rifa del avión presidencial.
Por tus desaforadas acusaciones, Lozoya, ahora tenemos que aguantar los argumentos del expresichente Jelipillo que parecen producto de un zoom entre Chumel Torres y García Luna Productions; no se diga la reaparición de Ricky Ricón Anaya que resucitó su inolvidable “ansultinganonaceptabel” mientras trataba de defender algo que científicamente no tiene comprobada existencia alguna: su honorabilidad.
Peor todavía la explicación del Videgaray bueno sosteniendo que desde hace mucho sabía que Lozoya era el verdadero malo de Malolandia y que nada más vino a echar a perder al Partido de la Robolución Mexicana. Digo, si Videgaray era el Córdoba Montoya de mi Lic. Peña que se la pasaba cotorreando con él en el Ferrari, tendría que haber hecho algo, aunque sea aventarle una cáscara de Bacardí a Lozoya para que se resbalara. Quizá le faltó hacer un Design Thinking.
Lo mejor son aquellos que como CaldeRón buscan sacársela alegando pedorramente que esto traiciona al debido proceso, mientras el INE multaba a México Libre por aceptar aportaciones de muy dudosa procedencia y de fotocopias mal paridas. O lo de Osorio Chong, cuyo Tik Tok deslindatorio es el más aburrido y sin gracia que se haya visto, debió asesorarlo Érika Buenfil.
¡Lozoya, te odio!
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@jairocalixto