He visto imágenes devastadoras durante esta temporada de pandemia, pero contemplar al ex presichente Fox con el bigote blanco por falta de recursos para comprarse su clásico tinte Ala de cuervo, como el que se aplica Chente Fernández en las cejas. Y peor aún, clamando por un poco de piedad, afirma que apenas tiene para comer y como en la canción de Juan Gabriel, no tiene dinero, ni nada que dar, lo único que tiene es amor para dar. No se vale.
En vez de que organicemos una coperacha para su Heno de Pravia, la gente malvada le dice cosas depravadas como que lo mantengan sus hijastros que buenos encomios pingües generaron a sus costillas, los hermanitos Bibriesca, hijos de Martita (inolvidable como una de las Chicas supertendenciosas junto a Chayito Robles y la mayextra Gordillo), que quisieron ser como los Salinas... pero en el Bajío.
Lo bueno es que ningún intrépido reportero ni ningún mexicano contra la corrupción, mucho menos el buen X man González se haya metido con los supuestos negocios turbios del papá de la Ana Cristina que nos quería gobernar, ni cosas por el estilo. Bueno, los mariachis callaron, no se diga el NYT, el WSJ y el Post, donde los retratos de la venerable señora Graham deben tener la cara chueca, pues gracias a Dios tampoco han investigado nada nadita de nada de la operación Rápido y ganoso de García Luna Productions de la que tampoco tenía la menor idea el señoritingo Jelipillo.
Digo, estos faros en la tormenta mediática podrían resolver la gran pregunta, si de veras están tan amolados y apenas tienen al pa’l chivo y para alcanzar la chuleta, ¿porqué la señora Sahagún no pone un puesto de huevos rancheros, tacos y quesadillas afuera de las instalaciones del Centro Fox que son a todo dar.
De veras, si se autoayudaran otro gallo les cantara.
O que vendan el rancho que tiene hasta lago con monstruo de Loch Ness incluido, pues como decía mi abuelita, los bienes son para resolver los males.
No sé quién te conmueve más, si Fox con el bigote blanco, o los nuevos antimilitaristas que hasta a los antimilitaristas de toda la vida nos saca de onda su pretensión de que a la de ya regresen los soldados a sus cuarteles, mientras se crea a una policía con agarre Kung-Fu que enfrente al crimen organizado. Digo, es como dejar abierto de par en par el de por sí muy guameado zaguán de tu casa, mientras te vas a buscar a herrero bueno, bonito y barato.
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@jairocalixto