En el muy alegrito multiverso que plantea el señor Francisco Martín Moreno en sus tramas novelísticas sacadas de un delirio de José Pérez Chowell y Loret senior, los Hornos no son de Hitler sino de AMLO, y el señor Fernández de las barbas, el señor fifilántropo González y la señora Téllez presiden la Liga de la Justicia.
Ahí, en ese mundo guarro, donde el neoliberalismo es como Kalimán, caballeroso con los hombres, defensor de las mujeres, tierno con los niños e implacable con los chairos, López Obrador es El Guasón y Díaz Ordaz al mismo tiempo: formó el batallón Olimpia, fusiló a Maximiliano en el Cerro de las Campanas, fue el Picaluga de Vicente Guerrero y llevó el maldito dinero de Odebrecht para tentar a Lozoya Lozoyita.
Para el señor Moreno, autor del Quiúbole con el revisionismo histriónico, la Coparmex lucha contra Darth Bartlett, Kimberly Clark es Greenpeace e Iberdrola es Human Rights Watch. En su calidad de Superman bizarro, el señor Moreno (irónico que tan aguerrido antimorenista se apellide Moreno) afirma que Calderón no es vendedor de tiempos compartidos en Iberdrola sino un hippie pacifista, vegano y abstemio; Margarita es campeona de oratoria y el ChikiliQuadri es un verdadero ecologista; un país de las maravillas donde el PRIANChu no da asquito, ni siquiera entre ellos, y no se requiere de un estómago de proctólogo como el que porta el Claudio XXX González que, si aguanta a Kimberly Clark, aguanta cualquier cosa.
En esa portentosa imaginación literaria tan en deuda con la obra de López Porpillo y Kike Krauze, la reunión trilateral México-Canadá-Estados Unidos se convirtió en un merequetengue donde Biden y Trudeau, poseídos por el espíritu de Trump, le cancelan las visas a AMLO por atreverse a pedir que los países ricos apoyen a los pobres y a los migrantes, además de enarbolar una reforma eléctrica donde los Oxxos paguen más por la luz que los departamentitos de interés social. Le declaran la guerra a la Cuarta transfomeichon para que Todo México sea territorio Fifí y exigen que Sergio Sarmiento sea el merolico del martillo en la próxima subasta de Tláloc, la Coyolxauhqui y el Chacmool.
Una fantástica utopía tóxica distópica ultraderechosa la del señor Moreno, donde el vengativo Peje no tiene el 60 % de aprobación hasta en las encuestas donde siempre gana mi licenciado Peña.
A ver si en esta extravagancia voxista, AMLO sí reprime al señor Moreno por acusarlo de ser como Pinochet.
Jairo Calixto Albarrán
@jairocalixto