No hay nada que alegre más el corazón que ver a una noble institución como la tremenda Corte y el poder Judicial, uniéndose para urdir la manera de no apoyar a los acapulqueños y a los guerrerenses. Da una enorme alegría que el espíritu de la ley bajo la férula de la ministra Norma Piña, que tiene mañas judiciales que no son de niña, eche por la borda algo tan estorboso como la solidaridad y la empatía. Sobre todo ahora que, gracias a un puntual amparo, pueden tener y gozar de los 15 mil millones de pesos que tienen a buen resguardo en sus fideicomisos.
Es de veras muy edificante ver a jueces, funcionarios y ministros de la élite judicial, diseñando la manera de no apoyar a los mexicanos cuando lo necesitan. Además es muy probable que, de recibir estos recursos, las víctimas de Otis seguramente lo desperdiciarán todo por no saber ni cómo aprovecharlos, ni cómo utilizarlos para el bien común. Más todavía cuando es muy probable que, como dice Ricardo Anaya del que nadie se acuerda (solo los panistas de Querétaro que quieren hacerlo senador para seguir medrando) todo se lo gasten en puras caguamas.
Por supuesto, siempre queda la pregunta que ha planteado el gran humanista Leo Suckerman, ¿de veras se necesita reconstruir Acapulco, o es mejor dejarlo que se pudra? Y por supuesto pensar en otros destinos very nice donde no se aposente el naquerío, los morenacos, las clases populares y todos aquellos seres de baja categoría que nada más estropean el paisaje.
La ministra Piña y la tremenda Corte están para asuntos muy superiores, como devolverle su pequeño palacete a Lozoya, Lozoyita, instruir a las fuerzas judiciales para cerrarle el paso a la cuatroté, ungir magistrados afines al pensamiento derechairo, no se diga para impedir que algunos malillas sean extraditados a Estados Unidos. Eso sin olvidar la misión de varios ministros de mantener cercada a la Cuarta transformeichon a fuerza de amparo y amparitos para toda ocasión.
De hecho, no dudaría que en estos momentos la señora Piña, debidamente instruida por Claudio Equis González, esté buscando la manera de organizar una expedición punitiva para rescatar al soldado García Luna Productions. Por supuesto, para incorporarlo a la campaña de Xóchitl Gálvez, y hasta ahora que anda rescatando a los calderonícolas, mientras la candidata trata de memorizar el libro que le escribieron y revisó sobre su insólita persona.