No sé qué es más divertido que, sin que nadie se lo haya solicitado, Chiflano Aureoles salga a deslindarse del supuesto financiamiento de una plataforma anti Cuarta transformeichon (como siempre, el góber petocho sonó veraz y oportuno), o los lamentos de los defensores de la Nueva-vieja banda TimbirINE, a la que prácticamente ponen al nivel de la NASA que, como bien sabemos, nunca se ha equivocado ni errado despegues, ni tiene en su haber aparatosos accidentes.
Y es chistoso no solo porque tratan al INE como una entidad inmaculada y superior, conectada con una clase de santidad vaticana (sin pecadillos, plis), sino porque los mismos personajes que se desgarran las vestiduras cual protagonistas de Rubí son los mismos que durante el sexenio de mi licenciado Peña cuestionaron al Instituto por ser obscenamente costoso, obeso y chafa. Y lo decían echando humo por las orejas exactamente como hoy lo hacen, acosados por el alzhéimer selectivo que es más peligroso que el coronavirus.
Y curiosamente los que defienden la santidad del INE son, adivinó usted, los mismos que se ponen como la niña de El Exorcista solo porque AMLO podría tener un encuentro con Trump. Sí, Donald es un viejo oportunista, malévolo, fundamentalmente siniestro, pero que es el preciso en los Yunaits (ya saben, el Imperio Romano Disneylandesco del Norte) potencia vecina con la que hay que lidiar fuerza, digan lo que digan los demás.
— Está mal ir con Trump porque puede ser una trampa y como mi bolita mágica dice que va a perder en las elecciones, pior. ¡Vamos a quedar como sus gatos y le vamos a tener que dar el estadio Azteca a los Cowboys.
—Bueno, entonces hay que ir con los demócratas...
—No, mano, no seas buey, ya sabes que con ellos siempre nos va del nabo.
—Ok, ok, entonces no hacemos nada...
—Por dios, ¿y que nos pase el tren encima? ¡Apátrida! Hay que hacer lo que siempre se hace en estos casos...
—Que es...
—¡Ir al Fondo Monetario Internacional y pedir un préstamo la mar de gordo!
Esto me recuerda a Bret Easton Ellis que en su nuevo libro, llamado Blanco, dice que hay que escuchar a los que piensan distinto porque si no te conviertes en una especie de onanista intelectual e ideológico; sin embargo, supongo que esto excluye a los histeriquitos y rabiositos como el iberdrolesco Jelipillo y su panda de Lozanos. El Huero Castañeda, el Chumel primigenio, el ChikiliQuadri Güero, burlándose de Putla, se compra por separado.
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@jairocalixto