Por alguna razón ligada probablemente a la falta de sinapsis, los bots, trolls y jeiters creen que es divertido pitorrearse del expresichente Calderón, pero están equivocados. Lo fue en algún momento de su sexenio perdido pero hoy es más aburrido que esperar el apocalipshit que tanto anuncia.
Qué más quisiera uno que arrojarlo al rincón de los tiliches y dejarlo ahí guardado hasta que se llene de polvo, pero no se deja, se resiste a comerse su cocol y recurre a cualquier triquiñuela para que me lo pelen, haiga sido como haiga sido.
Y es que es tal su deseo de ser líder de la oposición, aunque se la lleve entre las patas, a CaldeRon se le ocurrió retomar lo que siempre ha sido su superpoder: las fake news. Concebirlas, desarrollarlas, y distribuirlas por las redes sociales, eso es lo suyo. Y todo desde su cuenta de Twitter, a la que no le ha quitado el letrero de “Se recibe cascajo”, donde retuitea cualquier crítica, dato o información de origen dudoso que respalde su aversión a la Cuarta transformeichon, sin filtro de por medio. O sea, como cualquiera de nuestras tías que mandan sus piolines en el whats sin ningún criterio, confirmación o arbitrio, incluso con algo de buena fe, razón por la cual siempre se les cuela el negro del ídem en cualquiera de sus formatos.
Y el Tumbaburros valiendo gorro.
Pero el problema es que con sus seguidores — aunque un altísimo porcentaje sea producto de un tianguis virtual— Jelipillo sí alcanza a generar ciertas tendencias basadas en sus enconos y deseos, pero en ninguna confirmación. Pasó antier; le dio RT a un supuesto ataque en un condominio que en realidad fue un operativo de la FGR, todo engendrado por un comunicador financiero chafón, produciendo así un denso tráfico de histerias basado en mentiras.
Eso no lo haría García Luna Productions.
Siento que habría tenido mejor respuesta si hubiera contribuido a que apañaran al priista Juan Vera Carrizal, acusado del ataque con ácido a la saxofonista María Elena Ríos, pero no, prefiere darle voz a Laura Zapata que ya está peor que Paty Navidad.
Jelipillo es como la Coparmex; en vez de decir: oigan, acá está algo de mi guardado bajo el colchón para lo que se ofrezca, luego nos arreglamos… mejor exigieron a los gritos que la Cuarta Transformeichon pida prestado y los rescate.
Al maridito de Margarita nomás le falta que se ponga peluca y bigote para llamar la atención, y le funcionaría mejor que sus tuits.
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@jairocalixto
