Elon Musk decidió convertir a Twitter en una tienda de conveniencia y quiere cobrar por todo y donde lo único que falta es que le exija a los usurarios que traigan huipil. El huipil ese que ya se calzaron los de la Coparmex, las concamines y los concanacos mientras enarbolan una narrativa indigenista cuando, hasta hace dos semanas, su insulto favorito era decirles indios a los morenacos. El subjefe Diego ya trae sus huipiles de Pineda Covalín.
Yo digo que si este milloneta le urge recuperar su inversión, en vez de hacerle a la mamá Campanita debería de cobrarle una lana a los medios que difundan noticias falsas, montajes chafas y promuevan el odio como Latinus y un friego más. Bueno, si le sacara una lana a los adictos a las fake news como Vicente Vox, Carlos Loret & Brozo, el expresichente Calderón, la señora Zavala, Chayito Robles (ahora en su gira del horror), el ChikiliQuadri, la Rabadán y Claudio XXX , hasta se podría comprar un cohete con rumbo a un hoyo negro. Y ya, si de plano sí quiere aumentar su nada austera fortuna, mi Elon le podría aplicar una multa al PRI cada vez que, por culpa de Alito el dictador, se vaya otra desbandada del partido tricolor, o cuando se dé de baja alguien de la contienda por la candidatura del anticomunismo primitivo como la sobrina de Salinas o los 200 priistas que huyen del PRIcámbrico temprano cada tercer día. Más Osorio Chong que va a hacer su chongadera y se va a llevar a harto chozno de don Plutarco, dicen, para entregárselos en prenda a Dante del Nabo para que le dé una pluricelular y seguir medrando.
Ya nada más por el pancho que ha hecho Kike de la Madrid que está que se va y se va y no se ha ido, mister Musk podría cargarle el IVA a su cuenta, sobre todo por el nivel tan bajo de melodrama ranchero para alguien que tiene la popularidad de un burro de planchar.
Otro nicho de oportunidad para el cuentachilismo por ilustrar de don Elon, sería pasarle una abultada cuenta a Eduardo Verástegui, el representante de la mochilería encarnada y el que se siente dueño las nostalgias cristeras, que cada vez que usa su cuenta se nos pone en éxtasis voxista, peor que Julen Rementiría y Markitititito Cortés juntos. Como se siente la reencarnación de Goroztieta, mi Lalo anda buscando a su madre Conchita y por eso invitó a Kinky Téllez a incorporarse a su movimiento de la derecha premoderna medievalista de la Santa Inquisición.
El problema de Elon Musk es que es muy poquitero.
