Mientras Luis Almagro maldice a Chiflano Aureoles por haberle llevado el coví a la OEA en lugar de una corunda (ya tenía todo planeado su desembarco en Bahía de Cochinos, financiado por el PAN y Gloria Stefan con música de Pitbull), la Nueva Vieja Banda TimbirINE justificadamente pone a cada momento más y más obstáculos terraplanistas a la Consulta para enjuiciar a los ex presichentes. Digo, cómo voy a creer -debe pensar mi Tatanka Córdova- que esas personas tan buenas y que tanto impulsaron mi carrera sean sometidos a juicio público, en vez de tratarlos como a esos Tlatoanis a la antigua, que todavía suelen llevar odebrechts.
No solo afirma mi tatankita que la consulta no es consulta, que Morena y La Jornada se abstengan de hablar de ella, que el que quiera acudir lo haga pero cuidado con los contagios, que la tercera ola comenzó desde antes de que llegara el primer bicho, que todo se lo debe a su dentista y que quien de pura casualidad pueda encontrar su casilla aunque esté más escondida que los pokemones, corre el peligro de atentar contra la patria más que las jugadoras de softbol que tiraron sus uniformes a la basura porque la fayuca japonesa ya no les cabía en sus maletones. (Nuestros más perínclitos opinócratas deportivos como Faitelson o el dotor García dicen que eso no importa, que son unas tristes mudas que no valen nada; ya me imagino el pedo que habrían armado si Hugo Sánchez hubiera tirado sus uniformes de la selección al basurero, o Julio César Chávez sus calzoncillos tricolores. Así que sí son por lo menos desagradecidas, como cuando Lilli Téllez tiró el pañuelo verde de las luchas feministas llamándole trapo).
Digo, no es que la ConcacafINE sea ejemplar, pero sí como que se está tambaleando bien gacho. Primero deja pasar las burlas de Samuel García y su influencer Marianita que se siente la Gaviotica, y luego al primer chasquido de Federico Döring, el panista que es como el Didi de los videoescándalos, lo obedecen sin chistar.
Ojalá así hubiera sido Almagro de autoritario, para no dejar pasar a todos esos prianchuistas pedigüeños que nomás fueron acontagiarloy a deprimirlo con sus culebrones.
Como quiera que sea, ahí nos vemos en la consulta. Nada más por joder a Fox, Jelipillo, mi licenciado Peña y varios más, incluyendo al INE que le puso más peros al plebiscito, como si no fuera herramienta democrática sino el bebé de Rosemary, que Paola Espinosa al equipo olímpico.
Jairo Calixto Albarrán
@jairocalixto